La pole position del Gran Premio de Emilia Romagna de Fórmula 1, el pasado 18 de mayo en Imola, fue para el australiano Oscar Piastri (McLaren), pero este acabó tercero en una carrera que ganó el neerlandés Max Verstappen (Red Bull). Al inicio de la prueba, Piastri fue superado en las primeras curvas por Verstappen, pero después, las decisiones de su equipo, de las que acabó quejándose amargamente, relegaron al australiano al tercer escalón del podio. En realidad, un agente invisible, la inteligencia artificial, le arrebató al menos un puesto. Eso afirman en Oracle Red Bull Racing, el equipo del ganador.
Hannah Schmitz es la responsable de estrategia del Oracle Red Bull y explica que en Imola no tenían muchos datos sobre los neumáticos para ese circuito: “Era la primera vez que estábamos corriendo con esos compuestos blandos en carrera y no estaba muy claro si debía ser una carrera a una o dos paradas. Sabíamos que los datos que íbamos a obtener en vivo era lo que nos iba a ayudar a tomar decisiones”.
Cuando Piastri entró en boxes, los análisis en carrera mediante la infraestructura de computación en la nube de Oracle les permitieron tomar una decisión acertada. “Tuvimos la confianza de decir: ‘No. Creemos que es una carrera a una sola parada, y no vamos a seguirlos’”, explica Schmitz.
Quienes hayan visto la película Vengadores: Infinity War recordarán al Doctor Strange (encarnado por Benedict Cumberbatch) cuando visualizaba más de 14 millones de futuros posibles porque tenía que encontrar uno solo de ellos en que el malvado Thanos no consiguiera su propósito de acabar con la mitad de la humanidad. Algo parecido ocurre ahora en la Fórmula 1, pero con muchísimas más simulaciones de posibles escenarios de cada carrera. Hasta 4.000 millones de simulaciones de la carrera hacen en el Oracle Red Bull Racing. Los datos que analiza el algoritmo otorgan a sus pilotos algunas de esas pequeñas ventajas tácticas que sirven para ganar carreras.

Verstappen dialoga con los responsables de su equipo en el box de Red Bull en el circuito de Imola
Con la importancia creciente de los análisis de IA en la toma de decisiones, la coordinación entre los diferentes responsables, y de todos ellos con los pilotos, es otra de las claves. “Mi trabajo como estratega –indica Schmitz– es utilizar los datos y también escuchar las opiniones, porque algunas cosas pueden parecer de cierta manera sobre el papel, pero yo no estoy en el coche, no puedo sentirlas. Así que hay que contar con la opinión del piloto. Y luego, con los ingenieros”.
La ventaja de trabajar con un enorme volumen de datos de la IA es que se puede simular no solo lo que ocurre con el propio coche, sino también con los de los competidores. Pero no es una tecnología de la que se pueda disponer de forma ilimitada. Los equipos de Fórmula 1 están sujetos a unas estrictas limitaciones presupuestarias que deben seguir todos.
Lo que ocurre durante la carrera y en los entrenamientos libres y oficiales previos es que los datos de los coches, con unos 20 sensores en cada vehículo, acaban viajando a la nube de Oracle, que son enormes servidores remotos con una gran capacidad de análisis de un gran número de parámetros. Este sistema ha permitido este año incluir las estrategias de los rivales para un análisis integral de la carrera que hasta ahora había sido imposible.
“Ahora podemos mirar no solo lo que hacemos nosotros, sino también a nuestros competidores”, comenta Schmitz. “La estrategia que utilicemos no depende solo de ti. Se trata de lo que van a hacer los demás. Así que estar al tanto de sus decisiones también es muy importante”, señala la responsable de estrategia de Red Bull.
Un segundo aspecto de la IA en el circuito es la consulta rápida de los complejos reglamentos técnicos
Un segundo aspecto sobre el uso de la inteligencia en las carreras de Fórmula 1 es muy práctico. Durante cada carrera, los equipos deben tomar decisiones que están reguladas por reglamentos técnicos y normas deportivas. En el momento de adoptar una medida, no hay tiempo para leer con detalle la normativa. Una mala decisión precipitada puede arruinar el resultado de una carrera o devenir en una descalificación.
Hasta hace poco, los ingenieros debían consultar durante mucho tiempo esas complejas normas técnicas, pero en Red Bull han comenzado a usar un chatbot de IA propio, al que le hacen consultas que les permiten dedicarse todo el tiempo a la competición. Doctor Strange podría vivir en las carreras.