Sufrida victoria

Hasta a falta de 12 vueltas, Sainz tenía que resignarse detrás de Leclerc, pero un coche de seguridad cambió la estrategia de Ferrari

Tras 56 minutos de detención de la carrera por el accidente espeluznante de Guanyu Zhou en la salida, la prueba se reanudó por segunda vez desde parado en la parrilla, con las mismas posiciones de la primera vez, es decir, con Sainz en la pole y Verstappen a su lado.

En esta ocasión, Sainz defendió como un jabato su posición privilegiada del acoso de Verstappen, que calzaba las mismas gomas amarillas. En igualdad de condiciones de caucho, el madrileño mantuvo la primera posición con bravura, acorralando contra el muro a Max, cerrando los huecos al Red Bull, para empezar a abrir hueco con su buena tracción. Perdido el duelo, el neerlandés tenía que defenderse de Leclerc, con el que tuvo un toque en la curva 6. Por detrás, Pérez siguió cuarto, Norris quinto, Hamilton sexto, y Alonso perdió una posición ante Gasly.

El último asalto era desigual, favorable a Sainz y Hamilton para atacar a Leclerc. En cuanto desapareció el coche de seguridad, con 10 vueltas en el marcador, el madrileño se tiró encima del monegasco, y también Checo Pérez sobre Hamilton. En un par de curvas, Sainz superaba con agresividad a Leclerc –que ofrecía resistencia incluso por fuera y con duras-, y a la vez, el mexicano al inglés.

Carlos Sainz

"El coche de seguridad me dio una segunda oportunidad, te puedes imaginar los nervios"

Carlos Sainz se mostraba feliz al bajarse del coche, aunque muy tranquilo a pesar de la emoción del momento: "No sé qué decir, no se puede pedir más. Gracias a todos el mundo por el apoyo. No ha sido fácil, tuve problemas con el equilibrio del coche. Creí que podía hacerlo. El coche de seguridad me dio una segunda oportunidad, te puedes imaginar los nervios cuando se ha marchado", explicaba Sainz al término de la carrera. "Silverstone es un lugar especial para mí". Lo recordará toda la vida.

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