En los más de cien años de historia del Bodo/Glimt, el precio del bacalao en salazón de primera clase ha sido muy importante. Elemento clave en la economía de una ciudad de 53.000 habitantes incrustada un centenar de kilómetros dentro del círculo polar ártico, familias y empresas pesqueras lo canjearon por dinero para evitar la bancarrota de la entidad en los años ochenta, y ahora es la moneda de cambio para conseguir entradas en las raras ocasiones en que están agotadas.
“Cambio cinco kilos de bacalao (valorados en unos 250 euros) por entrada para el partido contra el Tottenham de semifinales de la Europa League”, anunció en las redes sociales un seguidor del Bodo desesperado por no perderse el partido más importante en la historia de un club modesto que en los últimos cinco años se ha convertido en uno de los más potentes de Escandinavia. Su oferta no tardó en ser aceptada, y otros hinchas, siguiendo su iniciativa, propusieron canjear carne de reno y otras delicias culinarias por los codiciados tickets. Uno incluso hizo el viaje en barco desde las islas Lofoten.
Históricamente el norte de Noruega ha sido víctima de discriminación, y también sus equipos de fútbol
El Bodo/Glimt disputa los partidos de casa sobre césped artificial en el Aspmyra Stadium, con capacidad para 8.200 espectadores (una séptima parte de la población de la ciudad), que raramente se llena para los partidos de competiciones domésticas. El frío ártico hace inviable una superficie de hierba, y la adaptación no es fácil. Los noruegos han sorprendido al Roma, al Lazio, al Celtic, al Oporto, al Twente holandés y al Olympiacos con su 4-3-3 y juego de contraataque y ocasional presión arriba, muy físico, inspirado en el estilo de Marcelo Bielsa. Solo cuando hay una gran noche europea, experiencia reciente, la demanda de localidades se dispara y entra en juego el bacalao (y el reno, y lo que haga falta).
Con recursos muy modestos en comparación con los gigantes europeos, el club ha ganado cuatro de las últimas cinco ligas noruegas y llegado a las semifinales de una competición europea (el mayor logro de un equipo noruego) con jugadores exclusivamente del país y daneses, a excepción del portero Nikita Haikin, nacido en Israel y que es internacional ruso. El entrenador Kjetil Knudsen, salido de las categorías inferiores, ha combinado chavales de la cantera con veteranos descartados por la competencia para crear un equipo ganador cuyo lema es la palabra noruega askeladden, que es algo así como la combinación de astucia y esfuerzo adicional que el pequeño necesita para superar al grande . La ciudad es pequeña, y no resulta extraño coincidir con los jugadores en los cafés o sacando a pasear al perro.
El Bodo/Glimt es el orgullo de la Noruega septentrional (su único rival más al norte es el Tromso), históricamente mirada por encima del hombro y discriminada por los habitantes de Oslo y el sur, que desprecian la cultura, las tradiciones, las costumbres y el dialecto de unas regiones donde se vive más despacio, con un enorme sentido de comunidad, y donde en invierno no sale el sol. Hasta 1963 no se les permitió disputar la Copa, y hasta 1972 tuvieron vetado el ascenso a primera.
Los jugadores del Bodo/Glimt eligen capitán para cada partido, y uno de los que recibe con mayor frecuencia la responsabilidad es Patrick Berg, cuyo padre, dos tíos y abuelo son leyendas del club. Tras seis meses en el Lens francés, incapaz de adaptarse, regresó al círculo polar ártico, lo mismo que Jens Petter Hauge tras un breve paso por el Eintracht de Frankfurt. En el norte todo está más lejos y es más frío, pero también tiene su encanto. Hay quienes prefieren el bacalao islandés y quienes prefieren el noruego. Este último tiene la ventaja de que también se puede canjear por entradas de fútbol.
Equipo singular
Bodo/Glimt: un nombre de dos palabras con una barra en medio
El Bodo/Glimt fue fundado en 1916 como Footballklubben Glimt, que se traduce en español como “FC Destello”. Pero resultó que el nombre ya lo tenía otro equipo de la región, y para evitar confusiones pasó a llamarse Footballklubben Bodo-Glimt, con un guion separando las dos palabras. Pero ello tampoco satisfizo a los más quisquillosos, que alegaron que el guion creaba confusión porque se utilizaba en las quinielas y en los resultados de los periódicos para indicar un enfrentamiento entre dos equipos distintos, así que se optó por cambiarlo por una barra. Ningún otro equipo del mundo tiene un nombre así.