“La locura es el paso previo a la genialidad”, cuenta Andrea Fuentes, la seleccionadora del equipo español de natación artística que en la primera jornada de finales ya se embolsó dos medallas en estos Mundiales de Singapur y este domingo se ha colgado la tercera. “No me refiero a la locura clínica”, se explica. “Hablo de quien se sale de la raya, del que dijo que la Tierra no era plana; hablo de Freud o de Nitezsche, de ese primer estado antes de ser considerado un adelantado a tu tiempo, de romper una barrera que perdura”, reflexiona. “Y con esa idea, queríamos hacer una coreografía que expresara esa locura”, apostilla.
Y esa coreografía se llama, cómo no, La Locura, y este domingo ha conquistado el Arena de Singapur para alzarse con un bronce un cierto amargo en la rutina de equipo libre (321.1328). Una 'base mark' (error en un elemento obligatorio) les restó puntos, lo que le quitó la sonrisa al equipo español al verse superado superado por Japón (334.7232).
La China de Anna Tarrés quedó primera y cumplió los pronósticos (348.4779): “Está dedicada a aquellos que no quieren pasar por el tubo, que viven un momento de incomprensión hasta que son aceptados. Los jueces me han dicho que gracias por recuperar la sincro de antes”. “Dennis González también es uno de esos ‘locos’ por atreverse a hacer un deporte femenino y por no hacer caso de todos los comentarios que recibió”, cierra.
Lo sabe bien Fuentes, que ya lidió en su etapa de entrenadora en Estados Unidos con Bill May, el pionero de la sincro masculina, al que no pudo llevar a los Juegos muy a su pesar. No quiere hacer lo mismo con Dennis, que participó con sus siete compañeras en la rutina de equipo, y también suma, al igual que Iris Tió, su segunda medalla.
“Está dedicada a los que no pasaban por el tubo, los incomprendidos”
El proceso de la composición de la coreografía fue coral. Andrea Fuentes tenía esa idea en la cabeza y primero uno un brainstorming con las nadadoras. En el equipo hay psicólogas, como Txell Mas, y tenían miedo que se vinculara esa locura con alguna patología clínica, pero Fuentes argumentó su teoría rompedora. Y empezaron a ensayar movimientos originales, exagerados, que expresarán una cierta incomprensión. “Nos divertimos haciendo esta coreografía”, explica Iris Tió. “Es la gran idea”, resuelve Fuentes.
Con la ayuda del biomecánico del CAR de Sant Cugat, Andreu Roig, se fueron estudiando las mejores posiciones en el agua, las remadas, todo lo que sucede debajo del agua. Mejor la eficiencia era aumenta la dificultad y mejorar la ejecución. Y España, cuyo equipo estuvo formado por Cristina Arámbula, Txell Ferré, Dennis González, Alisa Ozoghina, Paula Ramírez, Iris Tió, Sara Saldaña y Marina García, cautivó a los jueces, aunque ese error le restó crecer más en el podio.
Con esta medalla, España sigue en todos los podios disputados. Este bronce tiene más valor al pertenecer a una de las rutinas olímpicas, junto al equipo técnico y el acrobático reparte una de las medallas.