El Madrid se llevó los tres puntos de Vitoria en un partido muy sufrido en el que no mostró prácticamente ninguna mejoría y sí casi todos sus defectos, lo que mantiene la incertidumbre sobre el futuro de Xabi Alonso. Los blancos sobrevivieron a un duelo de pico y pala ante un correoso Alavés que siempre se hace fuerte en Mendizorroza y que tuvo el partido empatado a falta de diez minutos.
Con nueve bajas, la mayoría en su zona defensiva (no disponía entre lesiones y sanciones de los cinco laterales que tiene en la plantilla), Xabi compuso un once ofensivo en el que volvió a dar la titularidad a Rodrygo, al que acompañaron arriba Mbappé y Vinícius.
Rodrygo no fue el de la Champions y Vinícius estuvo también muy desacertado pero entre los dos fabricaron el gol de la victoria cerca del final. Ahora mismo el Madrid se limita a sobrevivir, incapacitado para cualquier tipo de fútbol vistoso, falto de elaboración, atrapado en un círculo vicioso de malas sensaciones que no sabe cómo romper. Tchouaméni es día a día de los más destacados, lo que indica el nivel del talento.
La primera parte
El gol 26 de Mbappé
Los blancos tuvieron una buena puesta en escena, favorecidos por un Alavés que jugaba al límite y esperaba al rival muy metido en su área. Coudet había formado dos líneas muy cerca de Sivera, sabedor de las dificultades del Madrid de abrir defensas cerradas atacando en estático. Para eso los de Alonso contaban con Güler, al que la intensidad del rival le pasaba por encima como en casi todos los partidos de pierna fuerte.
El repliegue de los locales le dio al Madrid la posibilidad de jugar casi a placer en tres cuartas partes del campo. Tuvo tres ocasiones de gol, la más clara un remate de Rodrygo.
Sería Mbappé el que abriera el marcador en el 23. El delantero jugaba con una mano vendada y había sufrido una patada en la rodilla por parte de Ibáñez en el minuto dos que casi le deja KO. Aprovechó un pase de Bellingham tras una pérdida de Denis Suárez. Se fue del rival, buscó hueco y superó a Sivera con un latigazo que se convirtió en el 0-1. La dependencia del equipo del delantero francés se demuestra si se leen los números: ha marcado 26 de los 48 goles de este Madrid.
La relajación
El Madrid marcó y se fue atrás
Tras el gol llegó inmediatamente otro de Bellingham, pero este bien anulado porque al inglés tras parar el balón con el pecho se le fue al brazo.
Ponerse en ventaja y ceder el balón al rival fue todo uno para el Madrid, una práctica muy nociva que ha sido la tónica de casi toda la temporada. El Alavés se creció, acuciado por su público y al verse por detrás en el marcador. Poco a poco fue metiendo al Madrid en su área. Los blancos se mostraron incapaces de serenar el juego y fueron pasando los minutos sin demasiados problemas, pero cada vez con el balón rondando más cerca de Courtois, con todo el peligro que eso supone.
En el añadido llegó la única ocasión del equipo vitoriano, pero muy clara. Ibáñez remató a bocajarro del portero y el belga salvó el empate al recibir un balonazo en la cara. El Madrid ganó el vestuario en el descanso con el susto en el cuerpo.
La segunda parte
Empata Carlos Vicente
La segunda parte empezó con una doble ocasión blanca, un remate primero de Mbappé y luego de Vinícius, bien parados por Sivera. A partir de ahí el partido se hizo muy aburrido, con el Madrid más dedicado a controlar que a buscar la sentencia.
Coudet introdujo un triple cambio y el Alavés empató al minuto, en el 69, tras un gran pase que dejó solo Carlos Vicente, que acababa de entrar y que hizo un gran control y fusiló a Courtois.
Pudo marcar el segundo Lucas Boyé, pero Asencio le desequilibró en el área, sin que el delantero argentino protestara. Enseguida marcó en Madrid, en el 76. En su mejor arrancada, Vinícius superó a su marcador y su centro lo remató Rodrygo como si fuera un nueve
Entraon Huijsen y Gonzalo y Valverde pasó al lateral izquierdo. El partido viró ya para el Madrid, que encadenó ocasión tras ocasión. Vinícius protestó en el añadido un penalti por zancadilla de Tenaglia, pero no entró el VAR en la jugada y Alonso terminó indignado. El Madrid amarró la victoria y vuelve a cuatro puntos del Barcelona. Pero sigue en estado de agonía.
