La UE revisará los aranceles al Cupra Tavascan, modelo fabricado en China

Motor

Bruselas estudia revocarlos a cambio de medidas como un precio mínimo

MOVEO 16 MARÇ CUPRA TAVASCAN

El Cupra Tavascan es un coche 100% eléctrico

Cupra

Bruselas se abre a estudiar los aranceles aplicados a las im­portaciones de los vehículos eléctricos fabricados en China del grupo Volkswagen. Lo que afecta –por el momento– al modelo Cupra Tavascan, producido en el gigante asiático por la española Seat y que, desde que la UE comenzó a aplicar aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos de batería procedentes de China en noviembre del año pasado, sus importaciones a la UE han sufrido un arancel adicional del 20,7%, además del aduanero común del 10%, según fuentes de la empresa.

Se trata de una de las consecuencias de los polémicos aranceles comunitarios de hasta el 45% sobre los vehículos eléctricos chinos, como represalia por las subvenciones de Pekín a esta industria y que Bruselas considera injustas para la competitividad de sus propias empresas, algo que ha provocado unas enormes tensiones comerciales entre ambas potencias. Lo que la UE ahora quiere revisar son estos aranceles “sobre vehículos eléctricos de batería nuevos diseñados principalmente para el transporte de personas, excluidos los vehículos de la categoría L y las motoci­cletas, propulsados únicamente por uno o varios motores eléctricos, incluidos los que tienen un extensor de autonomía de com­bustión interna”. Una serie de ca­racterísticas que de momento afectan a los fabricados por Volks­wagen Anhui, la joint venture de la firma alemana en China, y la española Seat y Cupra que fabrica el modelo Tavascan, un vehículo utilitario deportivo que Volkswagen elaborado con un socio local en la ciudad de Hefei.

Las importaciones a la UE han sufrido un arancel adicional del 20,7% desde noviembre del año pasado

La revisión anunciada es una decisión publicada en el Diario Oficial de la UE, un documento que recuerda que el reglamento admitía “incluso después de la imposición de medidas definitivas, podía encontrarse y aplicarse una solución de mutuo acuerdo, entre otros, con productores exportadores individuales”. La Comisión explica que lo hace porque ha recibido una oferta de compromiso de Volkswagen Anhui, que “aportó pruebas suficientes en relación con los criterios pertinentes”. En su propuesta que motivó la revisión, la empresa conjunta china de Volks­wagen y Seat sugirieron que a cambio de los aranceles podían acordar una cuota de importación anual y un precio mínimo de importación para el modelo.

Fuentes de Seat señalan que la exención entrará en vigor una vez que la Comisión Europea acepte el acuerdo de este compromiso voluntario y adopte la normativa correspondiente, un proceso que podría tardar algunos meses. “Mientras tanto, la compañía está haciendo todo lo posible para garantizar que estos aranceles adicionales no afecten al precio del Cupra Tavascan”, subrayan.

La Comisión Europea deja la puerta abierta a que otras compañías que se sientan afectadas por estos aranceles se vean beneficiadas por esta decisión, pero deberán demostrar un “nexo objetivo entre sus actividades y el producto objeto de reconsideración”, es decir, estos vehículos eléctricos producidos en China por firmas automovilísticas europeas.

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