Pese a que no puede evitar tener presencia pública al tratarse de la reina consorte de Inglaterra, Camila siempre ha querido proteger un inmueble que adquirió en Reybridge, una aldea cerca de Lacock. Una vivienda privada llamada Ray Mill House y que compró tras divorciarse de Andrew Parker en 1995.
El amor que siente Carlos III por la reina es algo que se ha encargado de demostrar en numerosas ocasiones, y una de ellas fue en el momento en el que hizo todo lo posible para que no perdiese su casa, pese a ser un gasto más. Por ello, ha sido ahora cuando ha querido tener otro importante gesto hacia ella para que pueda continuar con su tranquilidad en algunos aspectos de su vida cuando más lo necesite.
Este refugio de Camila, que adquirió por 850.000 libras, ha estado a punto de dejar de serlo. Y es que la finca colindante podría haberse convertido en un lugar de alquiler vacacional y de celebración de bodas y eventos de todo tipo. Algo que hubiese alterado su privacidad tarde o temprano y podría haberle generado “una crisis de seguridad”.

Fotografía oficial del Rey de Reino Unido, Carlos III, y la reina consorte, Camila
Para lograr que este recinto, llamado The Old Mill, no interfiera en la tranquilidad de la reina, ha sido Carlos III el que ha tomado la importante determinación de comprarlo por nada más y nada menos que 3 millones de libras, o lo que viene a ser lo mismo, 3,5 millones de euros.
Esta información que ha publicado el Daily Mail, pone sobre la mesa la necesidad imperiosa de la reina Camila por preservar este lugar que le ha servido para desconectar en numerosas ocasiones. Una de ellas, tras la muerte de la reina Isabel II, cuando quiso pasar su duelo entre los jardines y sus animales.
Ray Mill House es un edificio al estilo italiano y con cinco hectáreas de jardines
Esta mansión está fechada en el siglo XIX y fue edificada al estilo italiano. Pero no es el edificio lo que la hace más especial, sino sus patios. Cuenta con cinco hectáreas repletas de flores y plantas de lo más especiales para la esposa del rey, y donde pueden pasear con tranquilidad sus perros y caballos.

Carlos III junto a su perra Beth
Y es probable que su nueva perrita Moley ya haya podido conocer la Ray Mill House. Hace unas semanas, Camila acudió a un refugio de animales para poder adoptar al can, que hará compañía el otro Jack Rusell que tiene la pareja en Clarence House.
Una decisión que tomó a raíz de la muerte de su perra Beth hace tan solo unos meses a causa de un tumor. Un fallecimiento que ha golpeado duramente a los reyes, teniendo en cuenta que llevaba con ellos desde 2011. Sin embargo, parece que podrán recuperar la sonrisa con el nuevo animal.