Fundido a negro. España vivió el pasado lunes otro capítulo histórico más cercano a la ciencia ficción que a la realidad con un sorprendente apagón del que no se libraron ni los famosos. Algunos de ellos quedaron atrapados en trenes o tirados en las estaciones, como le ocurrió a Viggo Mortensen, resignado en la barcelonesa estación de Sants a postergar un día su viaje hacia Madrid.

El actor Viggo Mortensen espera a las puertas de la estación de Sants de Barcelona para poder entrar tras el gran apagón
El fenómeno que dejó sin luz la península ibérica volvió a retrasar otra semana más el arranque en TVE del esperado programa heredero de Sálvame, La familia de la tele, previsto inicialmente para el 22 de abril, el día siguiente de la muerte del papa Francisco. Hay quien habla de gafe o de maldición, mientras que los protagonistas del espacio prefieren tomárselo en broma. “¿Nos puede pasar algo más?”, se pregunta Belén Esteban. Más vale no llamar al mal tiempo. Un dato para los supersticiosos: la siguiente fecha de estreno será el próximo lunes, por si quieren estar preparados para entonces con el kit de supervivencia. Esperemos que, esta vez, y como manda el refrán, a la tercera vaya la vencida.

Inés Hernand, María Patiño, Belén Esteban y Aitor Albizua, de 'La familia de la tele'.
El gran apagón y esa negritud que proyecta en el imaginario a pesar de que se produjese en pleno día, venía precedido del luto por el funeral del papa Francisco. Reyes y príncipes asistieron a la ceremonia fúnebre, entre los que se encontraban los españoles. Letizia, que tiene el privilegio de blanco por ser una reina de un país católico, vistió de riguroso negro y cubrió su cabeza con mantilla, como manda el protocolo. No obstante, y por recomendación del Vaticano debido al sol que irradiaba la plaza de San Pedro, sorprendió ver en algunos momentos a los Reyes con gafas oscuras, como hicieron otros royals que asistieron a la despedida del pontífice.
El protocolo sentó por orden alfabético a todos los jefes de estado, sin separar, por primera vez, a monarcas y representantes electos. Por este motivo, Felipe y Letizia, ocuparon un lugar en primera fila muy cercano a Donald Trump, cuyo traje azul oscuro, en vez de negro, levantó polémica. Pero no fue el único que optó por este color. También vistió así Guillermo de Inglaterra. El rey Carlos III, jefe de la iglesia anglicana, delegó su presencia en el príncipe de Gales, como también hizo Isabel II enviando al entonces heredero Carlos a despedir al papa Juan Pablo II.

El presidente de los Estados Unidos y Melania Trump junto a los reyes de España en el funeral del papa Francisco
Guillermo asistió solo al funeral. Su mujer, Kate Middleton, todavía a medio gas por el cáncer que ha padecido, optó por quedarse en casa preparando el primer viaje en el que pernoctaba fuera tras el tratamiento. La pareja real protagonizó esta semana una idílica estancia en Escocia, donde son conocidos como duques de Rothesay, coincidiendo con la celebración de su aniversario de bodas. Guillermo y Catalina se trasladaron hasta la isla de Mull, donde usan además el título milenario de señores de las Islas, para apoyar a las comunidades locales, defender el medio ambiente natural y, además, pasar la noche de sus bodas de marfil en una pequeña y romántica cabaña en la más estricta intimidad.

Los príncipes de Gales en la isla de Mull
Mientras, en Inglaterra, el rey Carlos III preparaba un escrito poco habitual y muy personal sobre el cáncer. Lo publicó en las redes sociales con motivo de la visita en Buckingham de organizaciones y caras visibles que ayudan a personas que padecen esta enfermedad. El monarca, que fue diagnosticado de un cáncer, no especificado, en febrero de 2024, aseguró “que forma parte de las estadísticas” y reflexionó que “los momentos más oscuros de la enfermedad pueden verse iluminados por la mayor compasión”.

Carlos III en la recepción de organizaciones y caras visibles contra el cáncer
En el otro lado del charco, su nuera Meghan Markle recibía nuevas críticas por utilizar con fines comerciales el tratamiento de alteza real (en inglés, “Her Royal Highness”), a pesar de la prohibición de la reina Isabel II cuando se produjo el denominado Megxit, es decir, el exilio voluntario de los duques de Sussex a tierras americanas. La polémica saltó cuando una amiga de la susodicha, compartió en las redes sociales una fotografía de una cesta de comida con una nota que decía: “Con los saludos de su alteza real la duquesa de Sussex”, lo que ha sido interpretado como una 'publicidad encubierta' para promocionar su marca de estilo de vida. Un portavoz de los Sussex ha tenido que calmar los ánimos, asegurando que el regalo se produjo antes del lanzamiento de la empresa de Meghan y que los duques, evidentemente, no utilizan el tratamiento de alteza real con fines comerciales. Queda claro.

Meghan Markle cuidando su jardín
Quien también ha celebrado aniversario esta semana ha sido la infanta Sofía. En su caso, la hija pequeña de los Reyes cumplió el pasado martes una cifra especial: los 18. Para celebrar su mayoría de edad, la Zarzuela publicó el 29 de abril una serie de fotografías de la joven, en las que se la ve sonriendo y con una larga melena. El Gobierno, por su parte, aprobó un día después, concederle la Gran Cruz de Isabel la Católica, una condecoración que podrá lucir en los actos oficiales. El cumpleaños pilló a Sofía atareada en el Atlantic College de Gales, donde está finalizando el segundo curso de bachillerato internacional. Todavía se desconoce qué camino formativo seguirá la segunda hija de los Reyes, aunque sí se sabe que su misión en un futuro será apoyar a su hermana Leonor, todavía embarcada en el Buque Escuela Juan Sebastián Elcano.

La infanta Sofía en una de las fotografías con motivo de su mayoría de edad
Otro sonado cumpleaños de esta semana ha sido el de Ana de Armas, pero no por la importancia del número, 37 años, sino porque lo ha celebrado por todo lo alto con Tom Cruise en Londres, lo que parece confirmar los rumores de noviazgo aparecidos hace un par de meses. El actor de Misión Imposible y la protagonista de Blonde fueron vistos saliendo de un helicóptero junto a los dos perros de la actriz, Elvis y Salsa. Luego, sin los perros, la pareja cenó en el restaurante con estrella Michelin Kol. Todavía es un misterio si mantienen una relación romántica o están preparando juntos la secuela de Días de Trueno. El tiempo dirá.

Tom Cruise y Ana de Armas en dos imágenes de archivo.
Y el tiempo ya ha hablado en el caso de la muerte de Gene Hackman y su esposa, encontrados sin vida en su casa el pasado 26 de febrero. La publicación del resultado de la autopsia practicada al actor ha revelado nuevos detalles impactantes de su muerte. Hackman, de 95 años, llevaba días sin comer antes de morir por una enfermedad cardiovascular hipertensiva y aterosclerótica, agravada por el Alzheimer avanzado que sufría. Su mujer y cuidadora, Betsy Arakawa, de 65 años, falleció unos días antes por el síndrome pulmonar por hantavirus (SPH), un virus poco común transmitido por roedores. El caso pone de relieve la importancia de los cuidadores en personas dependientes, a menudo desatendidos, y sin los cuales se puede desencadenar la tragedia, como les ocurrió a los Hackman.

Hackman murió de una crisis cardíaca y su mujer, días antes, de hantavirus
Y tiempo ha necesitado también Jeremy Renner para rememorar con todo lujo de detalles el accidente que tuvo con un quitanieves que casi le cuesta la vida el 1 de enero de 2023 cuando intentaba salvar a su sobrino. El actor ha publicado un libro de memorias en el que revela qué originó la desgracia. “No activé el freno de estacionamiento ni desactivé la oruga de acero. En ese momento, inocente, crítico y transformador que cambia la vida, ese pequeño pero monumental desliz mental modificaría el curso de mi vida para siempre”.

Jeremy Renner con su libro
Quien también tuvo un desliz que casi acabó con su carrera, aunque no con su vida, fue Chiara Ferragni. La influencer, que vio como su popularidad caía en picado tras la supuesta estafa de los Pandoro, ha decidido retomar las riendas de su maltrecha imagen, afectada también por la mediática separación del rapero Fedez. “Hoy quiero contarles algo: me he convertido por primera vez en accionista mayoritaria de la marca Chiara Ferragni. No es solo una cuestión de cuotas o porcentajes: es un comienzo”, anunció en sus redes sociales. “He elegido recuperar mi historia, sin delegar, sin pretender que todo está bien cuando no es así”. Más vale tarde que nunca.