Más de 50 años de carrera profesional a sus espaldas, han consolidado a Meryl Streep como una de las estrellas del cine más reconocidas de la historia. La estadounidense, que cuenta con tres premios Oscar y otras 18 nominaciones, lleva toda una vida dedicándose a su gran pasión, la interpretación, lidiando con los aspectos positivos y negativos de la fama.
Durante años, la actriz ha luchado para que su vida privada quede al margen de la pública para poder tener una parcela de su intimidad impenetrable. Tanto es así, que fue una de las propulsoras para lograr que se respetase a los menores en la prensa, de la misma forma que lo fueron en España rostros como Ana Obregón o Terelu Campos.

Meryl Streep
“Nunca los fotografié cuando eran niños y realmente fui muy inflexible en que no fueran vistos como mis adorables accesorios y traté de mantenerlos fuera. Fui muy firme para que no estuviesen en el ojo público y, como resultado, ahora todos se dedican a la industria del cine”, reconoció ella misma en una entrevista en la que le preguntaban sobre este asunto.
Y es que puso todos sus esfuerzos para alejar a sus hijos del ojo público y darles la privacidad que necesitaban cuando eran pequeños. Sin embargo, y pese a los consejos que les dio, todos decidieron dedicarse a lo mismo.
Meryl Streep: “El consejo viene y es como el viento pasando por el pelo”
Mientras las tres hijas de Meryl Streep se han convertido en actrices con el paso de los años, su único hijo decidió centrarse en su faceta como cantante y compositor. Unas carreras profesionales muy ligadas a las de su madre y que decidieron ellos mismos cuando fueron lo suficientemente mayores como para saber las consecuencias.
“No escuchan. No importa lo que digas. El consejo viene y es como el viento pasando por el pelo. Ellos siempre están mirando, los niños siempre te están observando. Y veían que amaba lo que hacía. Ellos pudieron ver que era tan gratificante de una manera profunda”, añadió.

Meryl Streep junto a su exmarido Don Gummer y sus hijas Lousia, Mamie y Grace
Tras la muerte de su entonces novio, John Cazale, en 1978, Meryl Streep se casó con Don Gummer ese mismo año. Para sorpresa de su círculo más cercano, la historia de amor entre la actriz y el escultor duró 45 años, hasta que decidieron separarse en 2023. Durante todo este tiempo, llegaron al mundo sus cuatro hijos en común: Henry (1979), Mamie (1983), Grace (1986) y Louisa (1991).