- Voy a hacer - empieza - “La danza de los deseos”, película que dirigirá Florián Bey, con José Suárez a mi lado; nada de folklore, película dramática cien por cien. Luego haré “Morena clara”; director, Luis Lucia, con Fernando Fernán Gómez, y después “Carmen la de Ronda”, con Lucia también, y un actor extranjero. Estaré alejada del teatro hasta octubre, que me presentaré en
Madrid. ¿Puedo saludar a mis admiradores?
- Saludados... ¿Qué tal le ha ido por América?
-Muy bien, un exitazo; diecinueve meses: Méjico, la Habana, Río de Janeiro y San Pablo, Buenos Aires, Montevideo, Lima, Méjico otra vez, la Habana, Venezuela, Colombia, Nueva York, Puerto Rico, Nueva York y España. Veinticuatro viajes en avión; padezco del corazón.
—A propósito; ¿cómo va eso?
«-El corazón cada vez más grande pero está en reposo...’
—¿Nadie lo ocupa?
—En este momento, no.
—¿Quién lo ocupará?
—¡Ah!, ponga puntos suspensivos...
—¿Quedó alguna herida pequeñita?
—En absoluto.
—¿Ni una cicatriz*?
—Nada; borrado todo.
—¿Qué le pareció Nueva York?
—La feria de Sevilla, durante las veinticuatro horas del día.
—¿La Habana?
—Cádiz, con negritos.
—¿Méjico?
—Un pastel de taquitos con dos mariachis encima
—¿Buenos Aires?
—Una rosa de té que la ofrecen a quien les agrada, y yo tengo la dicha de que me la ofrecieran.
—¿Montevideo?
—El despertar de una dulce siesta.
—¿Brasil?
—Una concha de plata con muchos colorines encima, en la que una se sien te incómoda sola, pero feliz en eterna luna de miel.
—¿Colombia?
– Una esmeralda metida en un estuche sevillano.
—¿Puerto Rico?
—Cueva de gítanos; pero en el buen sentido, ¡en!; porque yo a los gitanos los adoro.
—¿Lima?
—plácito de tdrós antigua con mu- dios almanaques de colorines.
—.¿Venezuela?
—Torre de Babel, donde todo el mundo quiere llegar arriba antes que nadie. (Entre paréntesis; aunque no lo crean, toda» estas Imágenes son de ella. Talen- to...). Adelante. .
– ¿Cuanto dinero ha ganado?
—Yo no cobraba en divisas; firmé un contrato de siete millones y medio de pesetas por dos años y acabo en abril. Pero ya he firmado por cuatro años más, sólo para cine.
—¿Muchos millones?
—Ya no lo digo; no quiero que me roben, y me cuesta mucho ganarlo y tengo mucha familia.
—¿Tan numerosa es?
—De verdad, mi padre, mi madre y mi hermana; pero después tengo tíos, primos, sobrinos y demás parientes, y alguno, o alguna, que siempre viene diciendo que me conoció cuando yo era chica.
—¿Qué ha hecho usted en América además de viajar y ganar dinero?
—Eso; a eso le llamo yo el que no me haya faltado en ningún país de los que he visitado una cesta de claveles, ni la visita del embajador a mi camerino que me ha dicho: «En diez minutos lia conseguido usted más que nosotros en un año». Yo he llorado al salir de América; y me he emocionado al volver a España, al ver que nadie me ha olvidado
—¿Cree que está en su momento cumbre?
—Artísticamente, ya puedo morir tranquila; he hecho todo lo que soñé de pequeñita.
—¿Y en su interior, ha triunfado? Olvídese que sea artista.
—No; al corazón no ha llegado esa persona que te llene, y no soy felfe por. eso.’
—¿Qué borraría de su vida pasada?
—Nada; siempre lo he pasado bien, y cuando no, lo he cortado. Pero en la vida también se está a gusto sufriendo.
—¿Ha hecho mucho daño?
—Sin querer, y lo sigo haciendo.
—¿Qué ambiciona?
—Casarme y tener hijos.
—¿Es tan difícil dar con un hombre tnás fuerte que usted?
—El que sea, está por venir.
—A ver, un valiente...
(Leer entrevista tal y como se publicó el 24 de enero de 1954)