A la caza del ser humano
Newsletter de Historia y Vida
Macabro turismo de guerra, un arco de triunfo para Trump y un plan de resignificación del Valle de Cuelgamuros, entre las noticias con historia de esta semana
La Sarajevo sitiada, abril de 1992 /
Desde que Francesco Olivo publicó la noticia en La Vanguardia no podemos quitarnos de la cabeza esta salvajada: durante el sitio de Sarajevo (explicado aquí por Iván Giménez Chueca), individuos de varios países pagaron cientos de miles de euros por ir de safari como francotiradores. Ezio Gavezzani, el periodista que ha dado a conocer el caso, lo llama “el paso de la banalidad del mal de Hannah Arendt a la indiferencia del mal”.
Al lado de algo así, todo parece perder relevancia. Como las maquetas de Trump de sus obras en la Casa Blanca y su futuro arco de triunfo al otro lado del Potomac. Y sin embargo el plan no deja de ser el síntoma de pretensiones inquietantes. En este artículo en The Conversation, el profesor de Historia Antigua Israel Campos Méndez nos recuerda el tirón que ha tenido la emulación de edificios romanos para presumir de poderío, sobre todo en regímenes autocráticos. En nuestro canal describíamos el revival neoclásico que Hitler tenía en mente para Berlín, que se quedó sin hacer. El austriaco no fue el único. Detrás de estas megaconstrucciones se esconden sueños imperiales.
Maqueta del arco de triunfo que Trump quiere levantar en Washington D. C. /
En cuanto a Zohran Mamdani, la nueva némesis de Trump, dos artículos en torno a sus antecedentes. Eva Millet nos habla del intenso vínculo de sus padres y abuelos con Uganda, de donde fueron expulsados por extranjeros (formaban parte de la diáspora india), mientras que en La Vanguardia Joan Esculies se centra en la importancia que tuvo el programa de becas Kennedy Airlift en la formación del padre de Mamdani (y el de Obama).
En España es noticia el Valle de Cuelgamuros. Asier Martiarena nos pone al día del proyecto para resignificar el monumento franquista y reconvertirlo en espacio de diálogo. Para quien quiera repasar la historia del Valle de los Caídos, aquí la contamos con todo detalle.
Maqueta del proyecto 'La base y la cruz' elegido para resignificar el Valle de Cuelgamuros /
CUATRO COSAS ANTES DE IRNOS (O ALGUNA MÁS)
● David Alegre, doctor en Historia Comparada: “En muchos casos, los autores materiales de los crímenes del 36 siguieron paseándose por las calles de las poblaciones en las que mataron hasta el final de sus días”. Francisco Martínez Hoyos entrevista al profesor de la UAB a raíz de su nuevo libro, Verdugos del 36 (Crítica).
● Tim Marshall, diplomático y analista: “Se necesitó el impacto de la Segunda Guerra Mundial para que surgieran la UE y la OTAN, pero la memoria colectiva de ese impacto se desvanece”. Antonio Muñoz Lorente habla de geopolítica con el autor de Prisioneros de la geografía (Península).
● El mito irlandés de la Armada Invencible. Francesc Bombí-Vilaseca explora in situ la pervivencia de leyendas sobre los náufragos españoles que acabaron en las costas de Irlanda en 1588.
● El renegado que se convirtió en héroe: la historia de Uluç Alí. Carlos Bonet nos lleva al otro bando de la batalla de Lepanto y nos revela el papel del mejor almirante otomano en la batalla.
● La Marcha Verde, lo único que estaba atado y bien atado en 1975. Ahora que el rey Mohamed VI saca a relucir el plan de autonomía para el Sáhara Occidental, Ramón Álvarez nos recuerda la férrea posición marroquí respecto a la antigua colonia española antes de la marcha civil de hace ahora 50 años.
● Un relato árabe tergiversado ha confundido a generaciones de historiadores sobre la rápida difusión de la Peste Negra por la Ruta de la Seda. David Ruiz Marull recoge una investigación sobre una de las fuentes escritas que se ha tomado tradicionalmente por histórica y que debería haberse tenido por literaria.
● La paradoja de James Watson. Kathryn Paige Harden y Eric Turkheimer escriben en The Atlantic este obituario sobre el polémico genetista, uno de los descubridores de la estructura de doble hélice de la molécula de ADN. El ADN que dejaba al descubierto las enormes similitudes entre los seres humanos no sirvió a Watson para salvar su racismo.
Volvemos el próximo jueves con más historias.