El plan europeo de usar los activos rusos para financiar a Kyiv se tambalea en sus horas clave

Guerra en Europa

Kallas admite que lograr un acuerdo es “cada vez más difícil” mientras Italia comienza a desmarcarse de la propuesta comunitaria

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La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, habla con algunos ministros comunitarios, entre ellos el español José Manuel Albares

Unió Europea / ACN

El plan europeo para utilizar los activos rusos congelados con el fin de financiar a Ucrania durante los dos próximos años comienza a desmoronarse en sus horas clave. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, ha admitido este lunes que “cada vez es más difícil” que los Estados miembros lleguen a un acuerdo en la cumbre de líderes de este jueves en Bruselas. El panorama no es alentador para los aliados de Kyiv: Bélgica, el principal opositor del plan, sigue teniendo grandes temores a las represalias rusas, mientras ahora Italia —la tercera economía de la UE— comienza a dar señales de que se quiere desmarcar.

“Soy optimista por naturaleza, pero también veo lo difícil que es, así que no quiero dar ninguna estimación”, ha reconocido la jefa de la diplomacia comunitaria después de una reunión de los ministros de Exteriores de la UE en Bruselas.

Problema en Bruselas

El alemán Merz avisa que la UE se juega su “credibilidad” en esta iniciativa

El viernes, los Veintisiete aprobaron una argucia legal para congelar de forma indefinida los activos rusos, algo que ha enfadado mucho a Moscú, que ya ha demandado al depositario belga Euroclear ante el Tribunal de Arbitraje de Moscú a través de su Banco Central. Lo hicieron con la oposición explícita de dos países, Hungría y Eslovaquia. Mientras que otros cuatro (Bélgica, Italia, Bulgaria y Malta) firmaron una carta conjunta donde pedían explorar otras opciones para las necesidades financieras de Ucrania en los próximos dos años.

Para tomar esta decisión la UE requiere una mayoría cualificada, pero todo el mundo asume que no se puede hacer sin Bélgica, el país donde se encuentran la gran mayoría de estos activos. El consenso general además se tambalea ahora, que Italia, otra pieza importante del tablero comunitario, ha comenzado a manifestar sus discrepancias. Han sido los dos viceprimer ministros de Giorgia Meloni en explicarlas. El ministro de Exteriores, Antonio Tajani, ha manifestado que su Ejecutivo tiene dudas jurídicas, mientras el populista Matteo Salvini ha dicho que Europa debe ser más prudente si quiere favorecer las negociaciones de paz iniciadas por Donald Trump. 

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María-Paz López
BERLIN, GERMANY - DECEMBER 14: (EDITORâ#{emoji}128;#{emoji}153;S NOTE: This Handout image was provided by a third-party organization and may not adhere to Getty Imagesâ#{emoji}128;#{emoji}153; editorial policy.) In this handout image provided by the German Government Press Office (BPA), German Chancellor Friedrich Merz (R) looks on as US special envoy Steve Witkoff (2ndL) greets Ukrainian President Volodymyr Zelensky for talks at the Chancellery on December 14, 2025 in Berlin, Germany. Kushner and Steve Witkoff are in Berlin to meet with Ukrainian and German delegations ahead of tomorrow's gathering of European leaders and Ukrainian President Volodymyr Zelensky on working towards an end to Russia's ongoing war in Ukraine. (Photo by Guido Bergmann/Bundesregierung via Getty Images)

Con todo, lo que se espera es que la próxima cumbre comunitaria de esta semana sea, por lo menos, larga. El árbitro del partido es el presidente del Consejo Europeo, António Costa, quien ha prometido cerrar a los mandatarios comunitarios bajo llave hasta que encuentren una solución. “Creo que el 18 de diciembre tomaremos una decisión, pero si es necesario continuaremos el 19 o el 20 de diciembre, hasta alcanzar una conclusión positiva”, amenazó el portugués. Sobre esto Europa se juega mucho, ha avisado hoy el canciller alemán, Friedrich Merz. Concretamente, su “credibilidad”. La Casa Blanca ya ha dejado claro que ellos también quieren usar el botín de los activos rusos, pero para financiar sus proyectos de reconstrucción de Ucrania tras un eventual alto el fuego.

El problema es importante porque desde que Estados Unidos dejó de prestar apoyo financiero a Ucrania, los europeos son los principales contribuyentes al país y se han comprometido a que este apoyo siga al menos durante los próximos dos años. Algo que se calcula en unos 137.000 millones de euros. La UE está dispuesta a financiar dos tercios de esta cantidad, mientras que el resto lo podrían aportar otros aliados de Ucrania, como Canadá o Noruega. Una de las opciones sería pedir un préstamo con deuda conjunta con el presupuesto europeo como garantía, algo que requeriría una unanimidad imposible por la oposición de capitales como Berlín o Budapest. La alternativa son los activos rusos congelados, pero a día de hoy tampoco está garantizada.

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