Se dice que a la tercera es la vencida. O al menos eso es lo que aguardan los residentes de Molins de Rei, cuya estación de Rodalies ha permanecido en una condición temporal durante los últimos cuatro años. Los usuarios frecuentes se han adaptado a compartir espacio con un área de construcción donde, de hecho, han surgido árboles a lo largo de este período. Se suponía que allí se instalarían unos elevadores para garantizar la accesibilidad, pero nunca se materializaron, y los trenes operan con una vía menos de las que solían agilizar el funcionamiento ferroviario.
Estos son proyectos que no presentan una gran dificultad, pero que se han visto envueltos en un laberinto administrativo, lo que demuestra cuán arduo y prolongado puede ser un asunto aparentemente pequeño cuando está en manos de Renfe. Tras años de peticiones por parte de los residentes, las obras fueron licitadas en 2019 y adjudicadas a una constructora con una oferta económica excesivamente reducida. Antes de comenzar las labores, se percataron de que los cálculos no cuadraban y decidieron abandonar el proyecto.
En el 2021 se adjudicaron a otra empresa, en esta situación con el grupo ACS, por una suma mayor en un millón respecto al acuerdo previo. La ministra de Transportes en aquel momento, Raquel Sánchez, visitó las obras, quien en esta ocasión sí se emprendieron y se completó una etapa inicial, incluyendo la modernización del vestíbulo y la colocación de uno de los cuatro elevadores. Todo apuntaba a un progreso favorable, hasta que los encargados del proyecto y Adif se percataron de que la extensión planificada de los andenes para albergar trenes de 200 metros no incluía las normativas de señalización y seguridad requeridas.
El proyecto requirió ajustes, lo que provocó una nueva paralización de las obras en marzo de 2023. En ese momento, la compañía decidió dar por terminado el acuerdo, retiró sus equipos y desde entonces no se ha realizado avance alguno. Renfe consideró la posibilidad de que una entidad estatal se hiciera cargo de la labor, pero finalmente la responsabilidad recaerá en Contratas y Ventas, una firma perteneciente al grupo FCC que ha obtenido la tercera adjudicación para la ejecución de los trabajos. La licitación se realizará por 9,3 millones, un monto cercano al doble de la oferta inicial, pero cuatro millones menos de la licitación lanzada por Renfe.
Para contrarrestar la demora y calmar la molestia de los residentes, Renfe habilitará una entrada adicional a las vías.
Para intentar mitigar los inconvenientes de estos casi cuatro años de inactividad, Renfe ha aceptado la solicitud del alcalde de Molins de Rei, Xavi Paz, y ha incluido en el plan la edificación de una segunda entrada a la estación. Se trata de una solución de bajo coste que ya se ha aplicado en Cornellà de Llobregat y ha resultado ser un éxito al ofrecer mayor conveniencia a los usuarios, impidiendo que deban realizar un largo desvío para abordar el tren.
Las construcciones están programadas para iniciarse en el primer trimestre del año entrante, con una duración estimada de 14 meses, con el objetivo de completarlas en 2027, siempre que no surjan imprevistos en esta oportunidad.

