El descuento a mitad de precio del abono mensual que iba a ser temporal para paliar la inflación disparada por la guerra de Ucrania ya puede considerarse casi permanente. La Generalitat ha decidido mantener un año más el 50% de la bonificación en la T-Usual y la T-Jove, los dos títulos de viajes ilimitados y que se han convertido en los más utilizados en el transporte público catalán. También se mantendrán los descuentos vigentes en los títulos sociales de familias numerosas, monoparentales y personas que están en el paro.
Eso sí, el mantenimiento de las bonificaciones no quiere decir que se vaya a pagar lo mismo a partir del 1 de enero del 2026. La T-Usual de una zona, el billete más utilizado a día de hoy, subirá de los 22 euros actuales a 22,80 euros. De media, se actualizarán un 3,5% los precios de todos los billetes, “en línea con la evolución del IPC”, según explican desde la Autoritat del Transport Metropolità (ATM).
El 3,5% es la media ya que la subida es proporcional en función de las zonas al incorporar por primera vez un criterio de “equilibrio territorial”, según la consellera de Territori, Sílvia Paneque. Se evitará así aplicar la clásica subida que notaban más los que más pagan, ya que el porcentaje lineal beneficiaba a los viajeros metropolitanos y perjudicaba a los usuarios de líneas de tren y bus que conectan Barcelona con lugares más alejados al pagar billetes más caros. Son cuestiones que debía resolver la implantación de la T-Mobilitat pero que nunca se le ha acabado de sacar provecho. El pago por kilometraje también sigue aparcado un año más mientras se mantengan las bonificaciones.
Las tarifas hechas públicas este martes deben aprobarse el viernes en el consejo de administración de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), donde están representados la Generalitat, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Ayuntamiento de la capital catalana. Con todas las administraciones del mismo color ahora no hay las tiranteces de antaño. Lo que sí que hubo fue un acuerdo político previo con los comunes, que han certificado Paneque y la líder de los comunes, Jessica Albiach. En el departamento de Territori se habían planteado mantener una parte de las bonificaciones pero reduciendo el porcentaje, de manera que se volviese a la senda de hace unos años, cuando la T-Usual costaba más de 40 euros. Finalmente se ha impuesto el criterio político para contentar a los comunes y permitirles que se pongan la medalla de haber conseguido que se mantengan las bonificaciones.
La medida tendrá un coste de 110 millones de euros
La medida supondrá un coste adicional que supera los 110 millones de euros, a repartir entre las tres administraciones que forman el consorcio. El AMB y el Ayuntamiento ya lo contemplan en sus presupuestos, la Generalitat es la que deberá hacerlo mediante alguna otra fórmula si no tiene nuevos presupuestos, como podría ser una aprobación de suplemento de crédito con los aliados de la investidura, los cuales precisamente han forzado el mantenimiento de las bonificaciones.
Con todo, fuentes de la ATM dejan claro que todos estos precios quedan condicionados a la aportación del Gobierno central, que deberá hacerse cargo del 20% del descuento de la T-Usual para que la ATM ponga el 30% restante, como se venía haciendo este último semestre. El Ministerio de Transportes ya confirmó la semana pasada que los abonos para jóvenes (la T-Jove en Catalunya) se mantendría al 50%. Y Pedro Sánchez lo hizo extensivo a los abonos de viajes mensuales (la T-Usual) el lunes en su acto de balance del año, en el que anunció también la creación de un billete único de 60 euros (reducido a 30 para los jóvenes) que permitirá coger de manera ilimitada trenes de media distancia, autobuses y un transporte público local en una segunda fase. Ese último elemento aún debe clarificarse como se integra ya que el Ministerio y la ATM deberán acordar como realizan las compensaciones económicas de esos viajes. Sánchez habló el lunes de la segunda quincena de enero. Paneque evitó fijarse metas que están a la vuelta de la página del calendario y dijo que trabajarán en su aplicación “en los próximos meses”.
El tema económico es una cuestión que a los responsables políticos y técnicos les preocupa en las reuniones pero que de cara a la galería evitan afrontar. Todo aquello que se bonifica representa una reducción de ingresos que se podría destinar a invertir en necesarias mejoras en el servicio. Quien más pone este tema sobre la mesa es la asociación por la promoción del transporte público (PTP), que no son precisamente sospechosos de querer perjudicar a los usuarios. Desde la ATM, defienden que la subida del IPC es “necesaria para garantizar la cobertura del servicio en un contexto de incremento generalizado de los costes operativos del sistema de transporte público”. Consideran fuentes del mismo organismo que lo que se busca es “el equilibrio entre mantener las bonificaciones y actualizar las tarifas de manera moderada”.
Lo que más subirá es el billete sencillo, un título que usan turistas y usuarios muy esporádicos. Subirá 25 céntimos y llegará a los 2,90 euros, por encima de otras grandes ciudades.
