El pleno del Ayuntamiento de Bilbao celebrado este jueves estuvo marcado por un incidente poco habitual y que aún no se ha aclarado. Varios trabajadores de una subcontrata interrumpieron la sesión con una protesta y el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, decidió intervenir para pedir que desalojaran el pleno. El primer edil, sin embargo, tuvo que ordenar hasta en cinco ocasiones a los agentes de la Policía Municipal que expulsaran a los manifestantes, ya que hicieron caso omiso.
El alcalde, en un primer momento, pidió a los asistentes que se sentaran y guardaran silencio, pero las protestas continuaron. Al insistir de nuevo, pidió la intervención de la Policía Municipal: “Pido a la policía que les retire del pleno”. Sin embargo, los agentes permanecieron impasibles. “Vamos a ver, pero ¿qué pasa aquí?”, señaló el alcalde.
El desconcierto por la pasividad policial quedó patente durante el pleno, en el que el alcalde mantuvo la orden de desalojo sin que se ejecutara de forma inmediata.
Finalmente, los manifestantes abandonaron la sala por su propio pie, tras reiterar sus quejas sobre las condiciones laborales en la contrata de Acciona y el cumplimiento de los pliegos municipales.

