Tu historia
Españoles en el extranjeros
En La Vanguardia queremos contar tu experiencia en otros países. ¿Te has mudado fuera de España porque tu trabajo está mejor valorado en el extranjero? ¿Has cruzado las fronteras por amor? Si has cambiado de vida lejos de casa, escríbenos a [email protected]
Cada vez son más los jóvenes que se atreven a viajar por el mundo, abandonando su país natal y tratando de encontrar nuevas oportunidades de vida que les permitan crecer en todos los ámbitos. Gonzalo López, de 25 años, lo tenía claro desde muy joven: le gustaba viajar. Tras hacer un intercambio a los 16 años en Alemania, supo que viajar era lo que quería hacer en el futuro.
López estudió Ciencias del Deporte en Huesca, aunque es de Alicante, pero después de su intercambio de un año se dio cuenta de que no quería dejar de moverse. “En un verano, con apenas 600 euros, recorrí con un amigo toda la zona de los Balcanes, desde Bulgaria hasta Armenia, haciendo autostop, durmiendo donde podíamos muchas veces al raso y comiendo lo justo. Me encanta Turquía, seguramente mi país favorito. También hice un Erasmus en Irlanda del Norte, donde mejoré mi inglés, y pasé un tiempo en Italia, donde aprendí el idioma”, cuenta en una entrevista para La Vanguardia.
Cobro poco para lo que es Suiza, pero me da para vivir bien y ahorrar lo que ganaría un profesor en España
Gonzalo López, docente español en Suiza
López relata sus aventuras para mostrar el lado más aventurero de los jóvenes, cómo salen a buscar nuevas oportunidades y cómo enfrentan los retos y desafíos en el extranjero, poniendo de manifiesto el choque cultural en comparación con España. “Los idiomas me han abierto muchas puertas y me han permitido vivir experiencias que jamás habría tenido si me hubiera quedado en España”, explica, y añade que habla castellano nativo, inglés, italiano y alemán.
La vida y el trabajo en Suiza
“Ahora vivo en Rüthi, un pueblo suizo justo enfrente de Liechtenstein, y trabajo en un colegio privado, una especie de guardería y escuela en la naturaleza. Es un sitio precioso: rodeado de montañas, praderas, cascadas… Todo de madera, muy acogedor. Cuando entras, te dan ganas de trabajar”, cuenta. Además, añade: “Aquí las clases no se parecen en nada a las de España. Por ejemplo, el otro día, en vez de dar inglés en un aula, nos fuimos al bosque con unas calabazas: las cortamos y los niños aprendieron formas y vocabulario en plena naturaleza”.
Lo que más me sorprende es la calma. En España los profesores están todo el día pidiendo silencio; aquí se habla susurrando
También comenta que es muy típico que todos los niños vayan equipados con botas y ropa impermeable. Otra anécdota que relata es que en el colegio hay un piano y, mientras habla, se puede escuchar a un niño tocando. “Lo que más me sorprende es la calma. En España los profesores están todo el día pidiendo silencio; aquí se habla susurrando. En secundaria, cuando los alumnos hablan, apenas hacen ruido, y entre los profesores nos comunicamos casi en voz baja. Es otro mundo”, aclara.
Fotografía de Gonzalo López, docente español en Suiza
A pesar de no haber podido terminar la carrera universitaria por motivos personales, en Suiza no le hizo falta el título para encontrar trabajo. “Me contrataron por mi experiencia de cinco años trabajando en Huesca y por mi personalidad”, aclara. Actualmente, López trabaja de ocho de la mañana a una del mediodía. Aunque algunos días termina antes y otros un poco después, todas las tardes las tiene libres. Además, disfruta de trece semanas de vacaciones al año, repartidas a lo largo del curso.
Las principales diferencias con España
“Cobro poco para lo que es Suiza, pero me da para vivir bien y ahorrar lo que ganaría un profesor en España”, cuenta. Sus gastos rondan los 1.400 francos al mes, incluyendo piso, seguro médico y transporte. El alquiler le cuesta 645 francos con garaje incluido y el seguro médico, 180.
El primer choque cultural recuerda que fue duro: “El permiso de residencia tardó tres meses en llegar y no podía abrir una cuenta suiza, así que tenía que pagar todo con mi cuenta española, perdiendo dinero en comisiones y cambios de divisa. Menos mal que tenía algo ahorrado y la ayuda de mis padres”.
Un profesor puede ganar entre 5.000 y 8.000, y un médico, más de 10.000
En la actualidad, también entrena a un grupo de atletismo del pueblo. “Es casi voluntariado, porque pagan 12 o 15 euros la hora, pero me sirve para mantenerme activo. Si quisiera, podría encontrar trabajo fácilmente: aquí falta gente en casi todos los sectores. Ves carteles por todas partes buscando electricistas, cocineras, informáticos… Eso sí, hay que saber alemán o francés”, añade.
Gonzalo López, docente español en Suiza
López explica que en Suiza los sueldos son altos: “Lo normal ronda los 6.000 francos al mes. Un profesor puede ganar entre 5.000 y 8.000, y un médico, más de 10.000. Yo no gano tanto, claro, pero para las horas que hago y el nivel de vida que llevo, estoy más que bien”, confiesa.
Pese a ello, se muestra muy satisfecho con su nivel de vida y su equilibrio laboral: “No tengo tareas fuera del horario, y cuando salgo del colegio, desconecto completamente. Aquí se vive con menos estrés y más equilibrio. Mi intención para el futuro no la tengo clara: quizá vuelva a España algún día, o quizá me quede. Este trabajo, ahora mismo, es un sueño”, concluye.




