“La piel de fresa empeora en verano por el aumento del sudor que puede obstruir los poros y una mayor exposición solar que reseca la piel”, según los expertos de Foreo
Belleza
Esta afección, conocida también como queratosis pilaris, se caracteriza por la inflamación y aparición de pequeños bultos de textura rugosa
La modelo Candice Swanepoel en la playa
Cuando llega el verano es muy común que aparezca la piel de fresa, también conocida como queratosis pilaris. Esta afección cutánea se caracteriza por la inflamación o la aparición de pequeños bultos en la piel, generalmente de color rojo. Estos bultitos tienen una textura rugosa, similar a la de una fresa, de donde proviene su nombre.
La principal causa de esta afección es el exceso de queratina en los folículos pilosos. Esta proteína natural, que es la encargada de ayudar a proteger la piel, puede llegar a obstruir los poros, impidiendo que el vello crezca adecuadamente y provocando una pequeña inflamación.
Aparece especialmente cuando se opta por la depilación con cuchilla. Con este método es muy sencillo obtener una piel muy suave pero esa sensación solo se mantiene 1 o 2 días. Es muy habitual que aparezcan unos pequeños puntitos negros inapreciables al tacto pero que en horas empiezan a ser más palpables. Además, en los meses más calurosos la depilación suele ser más frecuente y puede irritar la piel.
Aunque puede afectar a las distintas zonas del cuerpo, la queratosis pilaris aparece con mayor frecuencia en los brazos, piernas, glúteos y en la parte superior de la espalda. Como explican los expertos de Foreo, en verano esta afección empeora por el aumento de sudor, puesto que el sebo puede obstruir los poros con mayor facilidad, lo que incrementa la probabilidad de que se formen bultos, acentuando así la apariencia de piel de fresa.
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También añaden que la exposición solar puede resecar la piel, por lo que si no se hidrata en profundidad las protuberancias pueden volverse más visibles.
Una de las claves para prevenir y mejorar la apariencia de la piel de fresa es mantener una rutina de cuidado corporal y limpieza profunda. De esta forma, se podrán eliminar las impurezas, los residuos de productos cosméticos, las células muertas, o el exceso de grasa acumulado en la superficie de la piel. Se recomienda exfoliar la piel con ácidos como el salicílico, láctico o glicólico para retirar bien la suciedad y ayudar a renovar la piel.
Varios dispositivos de la marca pueden ser de gran ayuda para cuidar la piel todo el año. Destaca el Cepillo corporal ultrahigiénico de masaje T-Sonic™ que limpia profundamente la piel para reducir las imperfecciones, previene la piel de fresa y los pelos enquistados y mejora la apariencia de la celulitis.
Otro dispositivo para renovar la piel es el BEAR™ 2 body, que es capaz de deshacerse de la celulitis rebelde y reafirma los músculos.