A la hora de maquillarse es muy fácil cometer una serie de errores que pueden hacer que el rostro no se vea bien. Elegir un tono de la base que no se adapta al color de la piel o aplicar en exceso el corrector son algunos de los fallos que muchas mujeres hacen cuando se maquillan.
El maquillaje debe realzar la belleza natural con productos que son clave, como el colorete o el iluminador, pero muchas veces se aplican sin pensar, lo que puede envejecer el rostro. Así lo afirma la maquilladora María Sánchez Marín, que con una experiencia de más de 25 años en el sector ha detectado cuáles son los tres errores más comunes que suman años.
El primer fallo está relacionado con el uso erróneo de los polvos translúcidos y los polvos bronceadores. Sobre el primer producto, la experta recuerda que su finalidad es sellar el maquillaje en aquellas zonas que tienden a brillar, como la zona T. “No se deben usar por todo el rostro porque nos quedará una piel mate y un acabado de piel asfixiada. En una piel madura no favorece nada”, apunta.
Lo mismo ocurre con los polvos bronceadores. La clave para un resultado favorecedor es que se apliquen en aquellas zonas donde toca el sol de forma natural. “Es un producto que está pensado para dar calidez, si se usa en todo el rostro nos quedará la cara como un naranjito y el cuello blanco y esto nos va a envejecer. Se debe utilizar en zonas donde se quiera resaltar el bronceado. Es un error que veo con muchísima frecuencia”, asegura.
Los polvos bronceadores están pensados para dar calidez, no se aplican por todo el rostro”
La maquilladora también añade que hay muchos fallos con el colorete, especialmente cuando se cumplen años y ya no sirve aplicarlo solo sobre la manzanita. “En piel madura buscamos un efecto lifting visual, es decir, el colorete nos tiene que quedar alto para que el rostro se vea más elevado. Si lo ponemos bajo automáticamente se cae el rostro”, indica.
La maquilladora aconseja aplicar el colorete de forma ascendente para potenciar el efecto lifting
Sánchez también hace referencia a un error con el iluminador, que muchas personas colocan más. “Nunca se pone encima de la arruga. Donde hay textura, la luz la va a multiplicar. El iluminador tiene que acompañar al maquillaje, no señalar”, señala la experta, que finaliza con un mensaje muy directo: “Una piel madura no necesita más producto, necesita más estrategias”.


