La piel del contorno de los ojos es la más sensible del rostro. La zona periocular tiene apenas de 0,3 a 0,5 milímetros de grosor y muy pocas glándulas sebáceas, por lo que se tiene que tratar con mucho cuidado, con cremas que incluyan activos adecuados para mantenerla hidratada e iluminada. “Con un grano de arroz de crema de contorno de ojos tenemos suficiente para tratar ambos contornos”, señala la cosmetóloga y creadora de Byoode, Raquel González.
En estos últimos años se han puesto muy de moda los parches para el contorno que actúan con eficacia, aunque eso sí, no se debe abusar de ellos porque pueden favorecer la aparición de imperfecciones o irritar la zona. “Si ponemos encima un parche oclusivo, no hará nada porque esa cantidad es tan ínfima que se habrá absorbido rápido. Si se hace habitualmente y con exceso de producto, lejos de beneficiar, podemos congestionar la zona y que aparezcan miliums, esos pequeños quistes blanquecinos tan típicos del contorno y tan poco estéticos”, indica la experta, que se refiere a los parches reutilizables.
El contorno de ojos es la zona más sensible del rostro
Las especialistas en dermocosmética desaconsejan este tipo de productos y optar por los que son solo de un uso. “Ahora llevar parches en el contorno de los ojos es un accesorio más. Hay quien los defiende a capa y espada porque dejan la zona más jugosa al instante y es cierto, sin embargo, los parches reutilizables para el contorno de los ojos no son tan inofensivos como parecen”, asegura la directora dermocosmética de Perricone MD, Mireia Fernández.
Find Comfort Under Eye Patch Kit de Rare Beauty (30 euros)
Este tipo de productos reutilizables, en formato de silicona o hidrogel, son una fuente de bacterias. Es esencial que se limpien y sequen bien para evitar la acumulación de biopelículas bacterianas, que no se ven pero son un gran peligro para esta zona tan sensible. “Esa capa puede causar irritación o incluso pequeñas infecciones, sobre todo si se usan a diario y se guardan sin desinfección adecuada”, señala Fernández.
Lotus Melight Eye Patches de Boutijour (63 euros) Pure Niche Lab
Otro detalle que debe tenerse en cuenta es cuando se mezclan cosméticos y parches. Los primeros se diseñan con fórmulas “muy precisas”, con concentraciones bajas para respetar la piel, pero cuando se aplican encima estos parches oclusivos se fuerza la penetración sin controlar la dosis. “Es como duplicar el tratamiento, con todos los efectos secundarios que puede implicar”, advierte Raquel González.
FlashPatch Illuminating Eye Gels de Patchology (14 euros)
Las expertas recomiendan optar por parches de usar y tirar y respetar el tiempo de actuación, nunca pasarse. “Nunca se deben reutilizar ni lavar. De hecho, para evitar el traspaso de bacterias, normalmente este tipo de parches vienen acompañados de una espátula para sacarlos del envase y no transferir impurezas”, dice Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour.
Detoxifeye eye patches de Pixi (26,99 euros)
Tampoco es buena idea mezclarlos con contornos porque se tratan de productos que ya incluyen activos para tratar la zona. Si esta se altera, se pueden obtener resultados contrarios a los deseados.


