Mientras que para algunas personas, beberlo es un pequeño placer, para otras resulta repugnante. Al abrir un yogur, es habitual observar una capa de líquido transparente en la superficie del lácteo. Muchos optan por desecharlo, creyendo erróneamente que se trata de una señal de que el producto está en mal estado. Sin embargo, tomar este componente es beneficioso para el organismo.
La nutricionista Júlia Farré ha explicado en detalle qué es exactamente este líquido, frente al desconocimiento de muchas personas, a pesar de que, griegos, naturales, o azucarados, el yogur se trata de uno de los postres más comunes en España.

El yogur es uno de los postres más comunes en España
El suero lácteo se produce durante el proceso de fermentación del yogur, siendo un fenómeno completamente normal y beneficioso para el cuerpo. Este líquido contiene una elevada concentración de calcio y fósforo, minerales esenciales para la correcta absorción del calcio y fundamentales para el desarrollo y mantenimiento de los huesos. Por ello, su consumo se recomienda especialmente a niños y adolescentes en crecimiento, así como a mujeres en la menopausia, ya que contribuye a prevenir la osteoporosis y a mantener la salud ósea.
Ese liquidillo no es más que suero lácteo que se queda ahí encima
Además, debido a su consistencia líquida, resulta fácil de consumir y proporciona una fuente rápida de energía tras el ejercicio, favoreciendo la recuperación muscular. De hecho, el suero lácteo, una vez pasteurizado y secado, se utiliza en la elaboración de suplementos alimenticios para deportistas. También contiene probióticos, que ayudan a equilibrar la flora intestinal, mejorar la digestión y reducir problemas como el estreñimiento o la diarrea. Estos mismos probióticos, junto con vitaminas como la B12 y la D, pueden fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la resistencia frente a infecciones.
En relación con el aprovechamiento de los nutrientes, Farré compara el consumo del líquido del yogur con el de un puré de verduras frente a las verduras hervidas en trozos. “Por un lado, el puré es mejor porque consumes el agua de cocción, evitando la pérdida de nutrientes. Pero, por otro lado, masticar las verduras enteras favorece la saciedad y algunas personas necesitan esa masticación para sentirse realmente llenas”, explica la nutricionista.
Aunque su sabor no es desagradable, el aspecto del suero lácteo puede generar rechazo en algunas personas. Sin embargo, para aprovechar sus propiedades, se recomienda removerlo con una cuchara para integrarlo al yogur o agitar el envase antes de abrirlo. De esta manera, puedes obtener una mezcla homogénea y se evitan posibles desperdicios, disfrutando plenamente de todos los beneficios que este componente puede ofrecer.