Victoria Bayón, neurocoaching: “Cuando nos llamamos torpes o fracasados, el cerebro se lo cree, nos etiqueta y filtra la información para confirmar que te veas así”

BIENESTAR

“Deja de automachacarte, sé más amable contigo mismo, y empieza a utilizar tu cerebro a tu favor”, aconseja Victoria Bayón, química y neurocoaching, para La Vanguardia 

Victoria Bayón, neurocoaching

Victoria Bayón, neurocoaching

La autocrítica es una de las formas más comunes de interactuar con nosotros mismos, pero tiene un impacto profundo en nuestra salud mental. Mientras que una autocrítica constructiva puede ayudarnos a identificar áreas de mejora y crecer como personas, la autocrítica destructiva puede desencadenar ciclos negativos que afectan nuestra autoestima y bienestar emocional. A través de este proceso, se activa en nuestro cerebro regiones asociadas con el dolor emocional y la baja autoestima, lo que puede resultar en un daño significativo si no somos conscientes de nuestro diálogo interno. 

Aprender a ser amables con nosotros mismos y cambiar nuestra manera de pensar no solo mejora nuestra salud mental, sino que también abre nuevas oportunidades para crecer y prosperar en un mundo que a menudo nos presiona a ser perfectos.

Cuando tenemos ese diálogo y esa autocrítica con nosotros, activamos regiones del cerebro que están asociadas al dolor emocional y a la baja autoestima

Victoria BayónQuímica y NeuroCoach
Mujer practicando el autocuidado con la técnica de meditación tapping

Mujer practicando el autocuidado 

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Victoria Bayón, química y NeuroCoach certificada, es una referente en el campo de la neurociencia aplicada al bienestar emocional. Su enfoque combina el conocimiento científico sobre el cerebro con herramientas prácticas para gestionar la autocrítica, las etiquetas limitantes y el diálogo interno negativo. A través de su trabajo, Victoria ayuda a las personas a tomar conciencia de sus pensamientos y creencias, enseñándoles a transformar la autocrítica destructiva en un motor de crecimiento personal. 

La autocrítica y las etiquetas limitantes tienen un impacto profundo en nuestra salud mental. A menudo, tendemos a ser nuestros críticos más duros, lo que activa áreas del cerebro asociadas al dolor emocional y la baja autoestima. “Cuando nos juzgamos de manera destructiva, entramos en un ciclo negativo que afecta nuestra confianza y bienestar”, explica Bayón en una entrevista para La Vanguardia. Sin embargo, no toda la autocrítica es negativa; una crítica constructiva puede ser útil para identificar áreas de mejora.

Es importante tomar conciencia de este diálogo interno y cuestionar las etiquetas que nos imponemos a nosotros mismos. “Cambia el discurso por una versión útil, honesta y compasiva, porque cuando cambias el cómo te hablas, activas la amígdala, activas el cortés prefrontal, que nos ayuda a tomar decisiones con claridad, te ayuda a tener más energía, a tener más foco”, sostiene. Al aprender a ser más amables con nosotros mismos y reformular nuestro pensamiento, “podemos mejorar nuestra relación con nosotros mismos y enfrentar los desafíos con una mentalidad más saludable y equilibrada”.

Este tipo de autocrítica desencadena ese ciclo negativo en el que tú te sientes constante mal contigo mismo. Tiene consecuencias devastadoras para tu salud mental

Victoria BayónQuímica y NeuroCoach

Otro de los retos a los que se enfrenta Victoria en consulta son los patrones negativos y las etiquetas. Según Victoria, “el cerebro tiende a etiquetar situaciones y personas para simplificar la realidad”, pero estas etiquetas muchas veces no son objetivas y están influenciadas por creencias limitantes. Ella explica que, cuando nos etiquetamos a nosotros mismos, como decir “soy un fracaso” o “soy inseguro”, estamos limitando nuestro potencial. “Cambiar esa narrativa es clave; en lugar de decir ”soy inseguro“, debemos decir ”me estoy sintiendo inseguro", afirma.

Para Victoria, este cambio en el lenguaje es fundamental para romper los patrones negativos. “Al reformular cómo nos hablamos, activamos partes del cerebro que favorecen el crecimiento y la claridad mental”, comenta. De esta manera, al dejar de vernos a través de las etiquetas, abrimos espacio para el cambio y el desarrollo personal, ayudándonos a ver las situaciones con más objetividad y menos juicio.

Autocuidado

Hoy en día, el verdadero desafío no es obtener más información sobre bienestar, sino poder aplicarla en medio del caos diario, lleno de distracciones y exigencias constantes. Según Victoria, “vivimos con agendas saturadas y constantemente conectados, lo que nos genera la sensación de no llegar a todo”. Esto lleva a que el autocuidado se vea como un lujo o algo que se deja para el final, cuando en realidad debería ser la base que sostiene todo lo demás. La clave no está en la perfección, sino en la consistencia: “Una rutina de bienestar efectiva es aquella que respeta tus ritmos y te ayuda a reconectar contigo mismo”.

Para Victoria, este cambio en el lenguaje es fundamental para romper los patrones negativos.

Para Victoria, este cambio en el lenguaje es fundamental para romper los patrones negativos 

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Para crear una rutina que funcione, Victoria propone que cada persona adapte su propia conexión diaria, sin necesidad de que sea larga ni perfecta. “Comienza por la mañana con respiraciones conscientes, pregúntate cómo te sientes y haz algo que te nutra”, dice. Actividades simples como escribir, moverse o caminar sin el móvil pueden marcar una gran diferencia. Estas pequeñas acciones, aunque simples, ayudan a regular el sistema nervioso, mejorar la claridad mental y fortalecer el equilibrio emocional. “Es importante tener momentos de conexión contigo mismo, sin juzgarte, y preguntarte qué necesitas en ese momento, sobre todo si vivimos en ambientes de muchísima presión, de incertidumbre, de cambio constante.... Tenemos que ser conscientes de cómo funciona nuestro cerebro para no entrar en bucle”.

Desencadenar ese ciclo negativo en el que tú estás mal contigo mismo puede tener consecuencias devastadoras para tu salud mental

Victoria BayónQuímica y NeuroCoach

Por último, Victoria enfatiza la importancia de cuidar cómo comenzamos y terminamos el día. “Al despertar, evita mirar el móvil inmediatamente, ya que esto activa el cortisol, lo que afecta tu claridad mental durante el día”. También resalta que la luz azul del móvil por la noche interfiere con la melatonina, dificultando el sueño. “En un mundo lleno de presión y cambio constante, es esencial entender cómo funciona nuestro cerebro para gestionar el estrés de manera más equilibrada, no desde la ansiedad. Tu cerebro con la luz no distingue que es de noche y por eso le va a costar dormir”, concluye. La clave está en elegir cómo reaccionamos a las situaciones, entrenando nuestra mente para mantener el equilibrio, no la sobrecarga.

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