La culpa es uno de los sentimientos más difíciles de gestionar. Experimentar esta sensación tiene graves efectos, tanto a nivel emocional como físico y psicológico. En la mayoría de los casos, quienes sienten culpa experimentan tristeza o ansiedad, ya que sienten que han fallado a alguien o que deberían haber hecho las cosas de manera diferente. Esto también les lleva a sentir vergüenza y a dudar sobre sí mismos.
Aunque se trata de algo mental, la culpa puede manifestarse a través de consecuencias físicas, como el estrés o la fatiga emocional, y también puede derivar en comportamientos sociales concretos, como el aislamiento o la parálisis a la hora de tomar decisiones.
Un hombre reflexionando
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la psicóloga Atleya Estrada habló sobre este sentimiento y dejó claro que funciona como una herramienta de control social: ''La culpa es una emoción que aparece cuando consideramos que lo que hemos hecho rompe un acuerdo o va contra una norma o algo establecido socialmente''.
En un primer momento, la terapeuta señaló que tiene un efecto positivo evidente, ya que puede ayudarnos a reflexionar sobre nuestras acciones y regularnos. Sin embargo, también indicó que, normalmente, provoca en las personas miedo, autocensura y la tendencia a obedecer normas impuestas para evitar las sensaciones desagradables que acompañan a la culpa.
Según la visión de la especialista, hemos interiorizado un esquema sobre la culpa en el que somos nosotros mismos quienes detectamos cuándo debemos asumir responsabilidades: ''Estos aprendizajes facilitan que se mantenga el control sin necesidad de hacer uso de la fuerza o la violencia''.
Estrada también habló de cómo la culpa contribuye al control social, ya que la sentimos cuando nos priorizamos, cuando ponemos límites, cuando salimos de lo establecido o cuando exploramos nuestros deseos.
¿Cómo liberarnos de la culpa impuesta?
Para liberarnos de la culpa impuesta, la psicóloga recomendó cuestionar su origen: ''¿He hecho algo mal, que perjudique a alguien, o simplemente estoy rompiendo con algo impuesto?''. También aconsejó a sus seguidores ponerle nombre: ''¿Es una culpa que me corresponde, y de la que tengo que hacerme responsable, o es impuesta?''. Por último, explicó que es importante desafiar las creencias heredadas: ''Identifica la creencia que está detrás de la culpa y pregúntate: '¿Creo realmente en esto o me enseñaron a creerlo?'''.
''La culpa que sientes no siempre te pertenece. A veces, puede ser una semillita que alguien sembró en tu mente para mantenerte dentro de ciertos límites'', sentenció la psicóloga.
