Estar bien con nosotros mismos es esencial, especialmente con la mente. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro también sufre las consecuencias del día a día, y tan pronto como nos despistamos podemos agotados, doloridos, sintiendo pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial para no pasarnos factura.
Uno de los expertos más conocidos en España sobre esta cuestión es Mario Alonso Puig, doctor y fellow en cirugía por Harvard University Medical School, quien a menudo comparte sus conocimientos en entrevistas, conferencias y demás actividades. Una de sus últimas reflexiones está relacionada con el talento, y como a menudo la motivación puede relacionarse con el corazón. Es decir, los impulsos que nos llevan a realizar distintas actividades.
“Nosotros hablamos mucho de la importancia del talento, pero creo que nos equivocamos cuando nos preguntamos dónde está el talento. Y tendemos a pensar que el talento está en la cabeza de una persona. Esa persona es muy talentosa, genera grandes ideas. Desde mi punto de vista, el verdadero talento de una persona está en su corazón. ¿A qué me refiero? No me refiero a nada azucarado”, aseguraba durante su entrevista.
“Me refiero a que si tú, a un niño en una escuela, a un niño que aparentemente no tiene talento, consigues entusiasmarle en algo, consigues transmitirle: ‘Yo creo en ti’, tú tienes posibilidades para florecer en la vida’. Lo que digo es que cuando el corazón se enciende, la cabeza sigue al ritmo. El talento está en ayudar a los demás a creer en sus posibilidades y ayudarles a encontrar su camino”, insistía sobre la cuestión en ciernes.
Creer en el talento
“Mientras sigamos pensando que el talento es una cosa solo de la cabeza, ‘este es el listo la clase’… no. La cabeza y el corazón van unidos. Lo que el corazón quiere sentir la mente se lo muestra, pero nuestra cultura a esto le presta poca atención”, concluía. Otra de sus reflexiones más recientes hace referencia a la vinculación de problemas con dificultades. Según sus palabras, alejar la perspectiva y el punto de vista pueden ayudarnos a contrarrestarlos.
“No es que sea la ansiedad o el miedo, es que la ansiedad es una forma de miedo. ¿Qué forma de miedo es la ansiedad? La ansiedad es un miedo que tiene dos características: lo primero es que yo proyecto mentalmente en el futuro un problema, un problema importante, y proyecto simultáneamente mi incapacidad para hacerle frente. Con lo cual estoy sufriendo antes de que llegue”, detallaba.


