María Esclapez quiso abordar las consecuencias que tiene el silencio emocional dentro de las relaciones de pareja. En su último post, la especialista destacó cómo el miedo a herir al otro puede llevarnos a reprimir lo que sentimos, lo cual, lejos de proteger el vínculo, puede terminar dañándolo desde dentro.
“Nos han enseñado que en el amor hay que ceder, que hay que evitar conflictos y que, a veces, es mejor callar para no hacer daño. Pero, ¿qué pasa cuando ese silencio deja de ser un gesto de amor y se convierte en una prisión?”, dijo.
Según la psicóloga silenciar las emociones por temor a la reacción del otro no es una muestra de amor, sino una forma de abandono personal.
“Callar lo que sentimos, lo que pensamos o lo que nos duele por miedo a la reacción del otro no es amor, es anularte y abandonarte a ti mismo/a”, afirmó.
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Para la experta, este tipo de dinámicas generan resentimientos profundos, ya que “lo que no se dice no desaparece, se queda dentro y se acumula en forma de resentimiento”.
También alertó sobre cómo este comportamiento se convierte en un hábito dañino con el paso del tiempo. “Hoy cedes porque no quieres discutir, mañana tragas algo más porque ‘no es para tanto’, y un día te das cuenta de que llevas tanto tiempo silenciándote que apenas te reconoces”, advirtió.

Pareja en un sofá
María concluyó su post aludiendo al diálogo como pilar de una relación sana. “Hablar desde el respeto y la empatía no destruye relaciones, las fortalece. Quien te quiere bien no necesita que te calles, necesita que seas tú, con tu voz, con tu verdad”, subrayó.