Esther Gómez es una de las enfermeras más populares de nuestro país. Desde hace algún tiempo, la sanitaria compagina su trabajo en hospitales y consultas con una ardua labor de divulgación sobre salud en redes sociales, lo que le ha permitido crear una audiencia fiel y conseguir un gran impacto.
Actualmente, Gómez acumula más de 384.000 seguidores en Instagram, superando así a grandes influencers españolas. Pese a que habla de medicamentos, enfermedades y cuestiones relacionadas con su especialidad, la joven experta centra su contenido en curiosidades que llaman la atención del público, lo que hace que muchos de sus vídeos se vuelvan virales en cuestión de minutos.

Esther Gómez
En uno de los vídeos que compartió en su cuenta oficial de TiktTok, la especialista habló sobre la fecundación y dejó claro que existen leyendas urbanas que no son ciertas: ''Ya sabemos que ninguno de nosotros somos el espermatozoide más rápido y probablemente tampoco el más fuerte. Y es que, de los millones de espermatozoides que comienzan su viaje a través del tracto reproductivo femenino, la mayoría no llega a su destino''.
''De los que llegan, los más rápidos y los más fuertes serán los encargados de romper la capa pelúcida del óvulo, una capa protectora que funciona como un escudo biológico que protege el óvulo y se encarga de permitir la entrada de un espermatozoide adecuado'', explicó la especialista.
Siguiendo con la explicación del proceso, Gómez añadió que el óvulo no espera pasivamente a ser fecundado, sino que emite una serie de señales químicas que atraen a los espermatozoides más compatibles: ''Podríamos decir que el óvulo va a elegir al espermatozoide adecuado. Una vez el espermatozoide logra penetrar la barrera, el óvulo va a activar un mecanismo de defensa que le permite bloquear y endurecer esa capa pelúcida, evitando que ningún otro pueda fecundarlo''.
Antes de concluir su reflexión, la enfermera sentenció que la fecundación es un proceso muy selectivo y que, en lugar de presentarse como una carrera de velocidad (como muchas personas piensan), se trata de una serie de filtros biológicos que aseguran que solo el espermatozoide más apto pueda entrar.
Un gran impacto
La pieza audiovisual, en la que la experta explica que en cada expulsión seminal se liberan entre 200 y 500 millones de espermatozoides y que deberíamos sentirnos 'afortunados' por ser los que consiguieron fecundar el óvulo y desarrollarse, ha generado cientos de comentarios, algunos formales y otros más humorísticos: ''O sea, soy el vago que llegó cuando el trabajo ya estaba hecho'', ''¿Me toca esto y no la lotería?'', ''Casi es mas fácil que a los niños los traiga una cigüeña'', ''Si yo fui el más adecuado, cómo serán los demás...'', entre otros.