El psicólogo Alberto Soler ha querido advertir sobre los efectos que sufre la salud física y emocional como consecuencia del estrés prolongado.
“El estrés afecta nuestro cuerpo en tres fases: alarma, resistencia y agotamiento. Tras superar la dificultad, nuestra energía está agotada y es ahí cuando aparecen problemas físicos o emocionales”, explicó el experto subrayando que es fundamental identificar sus etapas para prevenir consecuencias graves.
Según cuenta Alberto en su post publicado en TikTok, muchas veces los síntomas más visibles del estrés no aparecen mientras estamos atravesando la situación, sino justo después.
“Cuando hemos superado una época de estrés con relativo éxito es cuando empezamos a enfermar. Justo en ese momento es cuando suelen aparecer los resfriados, las infecciones, los problemas de ansiedad, bajones del estado de ánimo”. Esta reacción se debe a que el cuerpo, tras mantener un estado de alerta constante, colapsa al intentar recuperar el equilibrio.
El especialista detalla que existen grandes estresores, como un conflicto laboral o una pérdida, y pequeños contratiempos diarios que, acumulados, generan un impacto importante.
El problema más común es el estrés crónico, que sigue un patrón claro: primero la fase de alarma, en la que el cuerpo activa todos sus recursos; luego la de resistencia, donde tratamos de sostener el ritmo; y finalmente la de agotamiento. En esta, el cuerpo y la mente no pueden más por lo que se manifiestan dolencias físicas y emocionales.

Estrés
Para evitar llegar a esta última fase, Alberto recomienda aprender a reconocer dichas señales que nos desgasta y priorizar la salud mental.
“La clave está en reconocer estas fases y poder actuar a tiempo antes de llegar al agotamiento y practicar técnicas de gestión emocional. Aprender a delegar y pedir ayuda, pues puede evitar que el estrés nos acabe pasando factura”.