Las relaciones de pareja, como cualquier otro tipo de vínculo, no son perfectas. Es cierto que se comparten momentos, recuerdos y experiencias preciosas, sin embargo, a veces, estas acaban por esconder o restar importancia a dinámicas nocivas que también hay que tener en cuenta.
Estos problemas se pueden solucionar y mejorar siempre que ambas personas estén dispuestas a poner esfuerzos en hacerlo. Sin embargo, solo se puede controlar lo que hace uno mismo, por lo que es importante centrarse en la salud mental propia y establecer unos límites claros que no estás dispuesto a cruzar para tenerlos presentes en todas tus relaciones, sean de pareja o de cualquier otro tipo.
Y es que a veces ponemos las necesidades de los demás por encima de las propias pase lo que pase, y esto acaba haciendo mella en la salud mental. Sobre ello habla la psicóloga Paula Orell en una de sus recientes publicaciones en redes sociales.
En el vídeo, Orell explica que hay muchas personas que, cuando están en una relación de pareja, piden perdón incluso cuando no les toca a ellas hacerlo, ya que es el otro quien ha cometido un error. Explica que, en muchas ocasiones, la otra persona se enfada y les deja de hablar y eso provoca un miedo tan grande de que el vínculo se rompa que la persona, para evitarlo, acaba corriendo a pedir perdón aunque lo tendría que hacer el otro y cargándose con culpas que no son suyas.
Muchas de estas personas, también movidas por el miedo de que la relación termine, incluso acaban consolando al otro cuando este se siente culpable después de haberles hecho algo malo. Estas situaciones se deben a una falta de autoestima y de poner límites con los demás y el mensaje que envían es que lo que el otro ha hecho no es para tanto y que puede seguir tratándote mal, apunta la psicóloga.
Reacciones en redes
“Puf... Es así, tal cual. Acabo de entender muchas cosas”
Paula Orell lanza un mensaje a las personas que entran en estas dinámicas: “Dices que haces esto por miedo a perderle y porque le quieres mucho, pero yo te pregunto: ¿Quién te cuida a ti? ¿Quién te consuela a ti? ¿Quién se preocupa por ti? ¿Quién tiene miedo a perderte a ti y quién te quiere a ti? ¿Puede ser que, por no perderle a él, te estés perdiendo tú? Y, si es así, ¿hasta cuándo?”, concluye la experta.

