Nuestro bienestar es clave para poder afrontar el día a día con relativa normalidad. En una sociedad cada vez más revolucionada en múltiples ámbitos, tanto el cuerpo como la mente deben estar preparados ante los distintos rompecabezas de la jornada. Sin embargo, la mente es un elemento que se tiene poco en cuenta. Tan pronto como nos despistamos, podemos encontrarnos sintiendo dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones.
Uno de los mejores elementos para compensar el malestar es la hidratación: beber agua constantemente, incluso cuando no se tenga sed, permite mantener el cuerpo fresco en verano y el cerebro funcionando. La neurocientífica Nicole Vignola expuso esta capacidad durante una conferencia de Aprendemos Juntos 2030, ciclo promovido por el banco BBVA. En su intervención, Vignola destacó el poder de exponerse, concretamente, al agua fría.
“Hay una cosa muy interesante en la exposición al agua fría. Es una de las formas más fáciles de exponerse a algo muy, muy difícil. Si observamos una actividad dopaminérgica, la regla fundamental es que tiene que haber un esfuerzo para que haya una recompensa. Cuanto más grande sea el esfuerzo, más duradera será la curvatura de la dopamina. Así que si decides hacer ejercicio en vez de quedarte mirando las redes sociales, te subirá más la dopamina y también tardará más tiempo en bajar”, desvelaba.
“Con la exposición al agua fría ocurre igual. Se ha visto en estudios que hay un aumento del 250 % de norepinefrina y dopamina. Y lo interesante de eso es que también se mantiene elevada con el tiempo, porque es algo muy difícil de hacer. Tienes que prepararte mentalmente y superar una barrera bastante grande. Pero lo bueno de la exposición al agua fría es que solo estás en el agua un minuto, quizá dos o tres, pero en general no es mucho tiempo”, detallaba.
Nicole Vignola, neurocientífica y autora de 'Rewire: Your Neurotoolkit for Everyday Life'
Protección interna
“Es la forma más efectiva de hacer algo muy difícil durante un período de tiempo breve, conservando todos los beneficios. También se ha visto que tenemos algo llamado proteínas de choque frío, que se activan en temperaturas muy frías en condiciones muy extremas. Estas proteínas de choque frío principalmente ayudan al ADN de tu cuerpo a proliferar y diferenciarse de forma efectiva, porque cuando regeneramos nuestro ADN, como siempre hace, estamos convirtiendo células todo el tiempo”, insistía.
“A medida que crecemos, o incluso cuando somos jóvenes, si hay factores de estrés, estas proteínas y el ADN pueden dividirse incorrectamente y puede empezar a haber mutaciones en el sistema. Lo que hacen estas proteínas de choque frío es asegurarse de que la división y diferenciación de las células se produce eficazmente. Esto se ha estudiado en los laboratorios y es la razón por la cual exponerse al agua fría es una buena herramienta para mantener sano el cerebro”, concluía.


