Dan Buettner, experto en longevidad: “Las personas más felices trabajan menos de 35 horas a la semana y se despiertan sin alarma cada día”
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Según el experto, la felicidad y la longevidad no dependen de fórmulas mágicas, sino de hábitos cotidianos sostenibles en el tiempo
Dan Buettner ha recorrido durante veinte años las áreas del planeta con mayor proporción de longevidad entre sus habitantes
Mientras muchos piensan que la felicidad se encuentra en el dinero o en el éxito laboral, para otros, la clave está en las pequeñas decisiones del día a día: dormir bien, compartir un café con un amigo, caminar bajo el sol o dedicar unos minutos a ayudar a los demás. Cada vez más investigaciones demuestran que no es la acumulación de logros lo que nos hace más felices, sino la calidad de nuestras rutinas.
Dan Buettner es autor de varios bestsellers del New York Times, fundador del proyecto Blue Zones, una iniciativa de National Geographic que investiga las regiones del mundo con mayor esperanza de vida. A lo largo de su carrera, ha recorrido lugares como Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia) o Nicoya (Costa Rica) para identificar patrones comunes entre quienes viven más y mejor. Su conclusión es clara: la felicidad y la longevidad no dependen de fórmulas mágicas, sino de hábitos cotidianos sostenibles en el tiempo.
Según Dan Buettner las personas más felices duermen entre ocho y nueve horas y media por noche
En uno de sus recientes vídeos en redes sociales, donde divulga acerca de sus investigaciones, Buettner ha compartido una lista de acciones diarias que, según él, “apilan las cartas a tu favor para ser más feliz”. Lo interesante es que muchas de estas prácticas son accesibles, gratuitas y pueden aplicarse desde ya, sin necesidad de grandes transformaciones.
Ver unos 30 minutos al día de redes sociales o televisión puede ser positivo, pero más de una hora y media disminuye tu bienestar
Todo comienza con el descanso. “Las personas más felices duermen entre ocho y nueve horas y media por noche”, señala, y destaca que aquellos que duermen solo seis horas pueden experimentar hasta un 30 % menos de felicidad. También destaca un detalle importante: despertar sin alarma ayuda a mantener un ritmo natural y saludable. El día continúa con un desayuno basado en plantas. Buettner desaconseja los desayunos pesados en grasas o cargados de azúcar, ya que provocan bajones de energía y hambre a media mañana. “Un desayuno vegetal, en cambio, estabiliza los niveles de energía y promueve una sensación de bienestar prolongada”, explica.
La interacción social es otro pilar clave para el experto
La interacción social es otro pilar clave para el experto. Buettner recomienda asegurarse de pasar al menos cuatro o cinco horas al día con personas que nos agradan. Tomar un café con un amigo, almorzar en buena compañía o simplemente mantener conversaciones profundas puede ser más beneficioso que cualquier rutina de productividad. “La gente feliz diseña su día para incluir contacto humano”, afirma. En esa misma línea, hacer voluntariado —aunque sea unos minutos al día— también impacta positivamente en el estado de ánimo. “Las estadísticas globales muestran que los voluntarios son, en promedio, más felices que quienes no lo son”, señala Buettner.
Otro factor decisivo es la relación con el trabajo. Buettner afirma que las personas que trabajan menos de 35 horas semanales suelen reportar mayores niveles de felicidad, siempre que sus necesidades básicas estén cubiertas. También subraya que pertenecer a una comunidad religiosa, sin importar cuál, o tener fe, aumenta las probabilidades de ser feliz. Además, destaca que ver televisión o usar redes sociales puede tener un pequeño efecto positivo si se limita a unos 30 minutos al día, pero pasar más de una hora y media frente a las pantallas reduce el bienestar.
Por último, Buettner insiste en la importancia de moverse. “Caminar o cuidar el jardín es suficiente para notar mejoras significativas”. Frente a la obsesión contemporánea por alcanzar la libertad financiera, su mensaje es directo: cultivar una vida más sencilla, con buenos vínculos y rutinas saludables, es la verdadera clave para ser feliz.