Nuestro bienestar es clave para poder afrontar el día a día con relativa normalidad. En una sociedad cada vez más revolucionada en múltiples ámbitos, tanto el cuerpo como la mente deben estar preparados ante los distintos rompecabezas de la jornada. Sin embargo, la mente es un elemento que se tiene poco en cuenta. Tan pronto como nos despistamos, podemos encontrarnos sintiendo dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones.
Sobre esta cuestión, una de las figuras más conocidas por sus declaraciones es Mario Alonso Puig, doctor y fellow en cirugía por la Harvard University Medical School. El madrileño comparte sus conocimientos en entrevistas, conferencias y redes sociales, donde cuenta con millones de seguidores. Una de sus últimas reflexiones se centra en la expresión de nuestras emociones, cómo estas salen a la superficie y nosotros las manifestamos.
“Las emociones en el ser humano son como una montaña rusa. Que hoy estás aquí y mañana estás allí. Que es normal que tengamos momentos de ilusión, momentos de tristeza, momentos de confianza, momentos de desconfianza, momentos de júbilo, momentos de miedo, momentos de frustración. Entonces, no hay que ocultar esas emociones. Porque si no, da la sensación de que no se puede hablar de emociones”, expresaba.
“O si se habla de emociones, solo se puede hablar de emociones positivas. Yo estoy siempre maravillosamente bien. Eso no es verdad. Entonces, lo primero es no tener vergüenza de expresar ese mundo emocional tan variable. Y número dos, transmitir que somos capaces de vivir en base a nuestras decisiones y no en base a nuestras emociones. ¿A qué me refiero?”, cuestionaba, profundizando en la sinceridad a la hora de aplacar situaciones difíciles.
No esconder los sentimientos
“Pues que si viene una época muy dura que genera tristeza y genera miedo, no hay que tener vergüenza de decir, hijos míos, estoy triste, tengo miedo. Pero tampoco hay que quedarse ahí. Hay que transmitir desde la propia vida, observar cómo a pesar de mi miedo, actúo”, sentenciaba. Unas palabras que reiteraba en la descripción del vídeo, que cuenta con cerca de 40.000 reproducciones desde que se publicara en la plataforma de vídeos cortos.
“Expresar nuestras emociones, incluso las más difíciles, no es señal de debilidad, sino de valentía interior. Cuando reconocemos lo que sentimos y aun así avanzamos con confianza, damos un paso profundo hacia la libertad y el crecimiento personal”, remarcaba.