Sandra Ortonobes, divulgadora científica, ha puesto el foco en un tipo de células cerebrales poco conocidas pero esenciales para el funcionamiento del cerebro: los astrocitos. Según la experta, “Hay unas células de las que nadie habla, los astrocitos: no piensan, no transmiten impulsos eléctricos, pero sin ellas tu cerebro colapsaría”, subrayando su importancia más allá de las neuronas, que suelen acaparar toda la atención.
Son cruciales para mantener la actividad cerebral
La importancia de los astrocitos
Sandra Ortonobes explica que, aunque las neuronas reciben la mayor parte del protagonismo en los estudios sobre el cerebro, estas células actúan como verdaderos soportes invisibles: “Son como asistentes invisibles, ayudan a las neuronas a comunicarse, les dan energía cuando la necesitan y controlan por dónde fluye la sangre según qué parte del cerebro está activa”.
La divulgadora científica insiste en que los astrocitos no transmiten impulsos eléctricos, pero su función es crucial para mantener la actividad cerebral: “No piensan, no transmiten impulsos eléctricos pero sin ellas tu cerebro colapsaría”, explica dejando claro así que la supervivencia y eficiencia de las neuronas dependen directamente de estos colaboradores silenciosos.
Un dato sorprendente es la cantidad de conexiones que puede establecer un solo astrocito. Según Ortonobes, “Un solo trocito puede estar conectado a miles de neuronas”. Además, la especialista señala que, a pesar de su importancia, estas células no tienen la notoriedad que merecen: “No tiene mucha fama pero sin ellas no podrías pensar”. Y es que esta carencia de visibilidad científica contrasta con la función crítica que cumplen en los procesos cognitivos, la comunicación entre neuronas y la regulación del flujo sanguíneo cerebral.
La atención sobre estas células invisibles podría cambiar la forma en que entendemos la biología del pensamiento y la salud cerebral, situándolas al mismo nivel de importancia que las neuronas en el mantenimiento de nuestra mente.