Marta Segrelles, psicóloga: ''Con septiembre llegan los nuevos inicios, los objetivos, las expectativas, los deseos… Tener metas es lícito, incluso necesario, pero muchas veces se convierte en una exigencia silenciosa''

Una época difícil

Marta Segrelles, psicóloga

Marta Segrelles, psicóloga

Instagram/@martasegrellespsicologa | Pexels

En los últimos días, numerosos psicólogos han abordado en sus publicaciones la llegada de septiembre, la vuelta al cole y todo lo que supone retomar la rutina. Tal como han señalado, existe una gran presión en torno a este mes, ya que, para muchos, no solo se trata del final del verano y de las vacaciones, sino que simboliza el verdadero comienzo de un nuevo año y la oportunidad para establecer nuevas metas y propósitos.

Mientras que muchos afrontan esta época con ilusión, otros sufren problemas de autoexigencia y ansiedad debido a las expectativas generadas y, en lugar de encontrar motivación, sufren estrés y se sienten paralizados e incapaces de actuar. 

Un hombre reflexionando

Un hombre reflexionando

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En una de sus últimas publicaciones en Instagram, plataforma en la que acumula más de 140.000 seguidores, la psicóloga Marta Segrelles abordó esta cuestión y explicó que con septiembre llegan los nuevos inicios, los planes, los objetivos, las expectativas y los deseos. Tras aclarar que tener metas es completamente lícito (e incluso necesario, ya que nos conecta con la ilusión de crecer), señaló que debemos tener cuidado y ser conscientes de nuestros límites personales.

Tal como advirtió la profesional, la búsqueda de cambiar de vida o mejorar nuestras rutinas puede convertirse en una exigencia silenciosa, haciendo que muchas personas se culpen y se autoexijan por querer dejar el contador a cero, volver a empezar, no equivocarse nunca o no sentirse perdidas.

Según la autora de Abraza a la niña que fuiste, es en ese momento de confusión e incertidumbre cuando todos deberíamos hacernos varias preguntas: ¿Qué hay detrás de esa presión? ¿Qué es lo que no queremos sentir cuando nos exigimos tanto? ¿Qué emociones tratamos de evitar con esa perfección?

Segrelles explicó que, cuando no alcanzamos lo que esperábamos, suele aparecer la voz crítica, la cual no es un defecto propio, sino el resultado de cómo aprendimos a sobrevivir: algo individual de cada persona, pero que le ocurre a todo el mundo. ''Aunque tu historia es única, ver que no eres la única ayuda a no ver lo que te ocurre como algo patológico, sino profundamente humano. Eso nos acompaña a mirarnos con más entendimiento'', añadió.

Ser amable con uno mismo

En el mismo post, Segrelles explicó que la terapia no borra las dificultades de la vida ni elimina los tropiezos, pero sí ayuda a mirar lo que hay bajo esas exigencias: ''Nos acompaña a reconocer lo que sentimos, a poner nombre a lo que evitamos y a relacionarnos con nosotras desde un lugar de mayor compasión. No se trata de hacerlo todo perfecto, sino de aprender a sostenernos incluso en los momentos en los que no sabemos hacia dónde vamos. Y septiembre puede ser un buen comienzo para ensayar ese trato más humano y más amable contigo misma''.

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