María Velasco, psiquiatra: “Existen personas que son psicópatas solo en un vínculo especial. No son especialmente empáticos, pero sí lo suficiente como para no llamar la atención”

Mente 

No todos los psicópatas son delincuentes, y algunos podrían estar mucho más cerca de lo que creemos

María Velasco, psiquiatra

María Velasco, psiquiatra

Cuando escuchamos la palabra psicópata, solemos imaginarnos a personajes de grandes clásicos del cine, como El silencio de los corderos o Psicosis. Imaginamos que se trata de personas ajenas a nuestro entorno, recluidas en prisión tras haber cometido crímenes atroces. Sin embargo, no todos los psicópatas son delincuentes, y algunos podrían estar mucho más cerca de lo que creemos.

La doctora María Velasco, psiquiatra y presentadora del pódcast Raíces, aborda esta cuestión en uno de sus últimos episodios. Con más de dos décadas de experiencia, asegura haber cambiado radicalmente su visión sobre este perfil: “De cómo los entendía a cómo los veo ahora, la evolución es tremenda. Y déjame decirte que estamos rodeados de ellos”.

Relación tóxica

Relación tóxica

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Velasco define al psicópata como una persona con trastorno antisocial de la personalidad, caracterizado por una falta profunda de empatía, ausencia de culpa, mentiras constantes, manipulación, encanto superficial, egocentrismo y conductas antisociales. “Considera a los demás objetos de usar; los cosifica y no se conmueve”, explica. Aun así, distingue entre dos tipos: aquellos que traspasan todos los límites y acaban en prisión, y otros que se mueven en un terreno intermedio, más difícil de identificar.

Existen personas que son psicópatas solo en un vínculo especial. No son especialmente empáticos, pero sí lo suficiente como para no llamar la atención

María Velasco, psiquiatra

“Existen personas que son psicópatas solo en un vínculo especial”, detalla. En apariencia, llevan una vida normal: tienen trabajo, amigos, cumplen las normas y expresan emociones. “No es que sean especialmente empáticos, pero sí lo suficiente como para no llamar la atención”, matiza. El problema surge cuando establecen una relación en la que aflora su faceta más primitiva: “Entonces, el otro se convierte en un objeto. Lo manipulan, lo someten, lo reducen cada día un poco más. Y cuando la otra persona llora, la culpan, y cuando intenta alejarse, reaccionan con celos. Esto no es amor ni respeto; es un te quiero para mí”.

relación tóxica

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Getty Images/iStockphoto

Sin embargo, las personas que sufren maltrato por parte de este tipo de psicópatas a menudo dudan de su percepción, puesto que la persona que las manipula tiene una actitud completamente distinta con quiénes les rodean. “Por eso, cuando alguien así comete un homicidio, los vecinos suelen decir que era una persona normal. Hay que tener cuidado: hay quienes solo muestran su lado psicopático con la persona que dicen amar y más necesitan”, advierte.

En cuanto a las causas que pueden favorecer el desarrollo de una personalidad psicopática, Velasco señala dos situaciones especialmente frecuentes, ambas originadas en la infancia. “La forma en que nos cuidan en los primeros años marca cómo será nuestra personalidad futura”, sostiene. La primera situación es crecer en un ambiente de violencia y ausencia de empatía. La segunda, lo opuesto: personas a las que de pequeños se les dio todo, nunca experimentaron frustración y, en consecuencia, no respetan la autoridad ni la ley.

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No obstante, también aclara que no todos los niños que sufren violencia o abandono acaban desarrollando este trastorno. “Algunos, gracias a vínculos posteriores, aprenden a generar empatía a pesar de experiencias traumáticas”, subraya. 

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