El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Una de las claves para empezar bien el día es haber dormido de la misma forma la noche anterior. Aun así, no siempre es posible pasar una velada tranquila en nuestra cama, de ahí que exista un concepto muy arraigado en la cultura española: la siesta. Sin embargo, repetir una siesta tras otra podría convertirse en un problema. Pablo Barrecheguren, doctor en Biomedicina por la Universidad de Barcelona, ha intentado aclarar la cuestión en el podcast Animales Humanos.
“Opino que no quiero que me echen del país. Hace mucho que no me habían insultado tanto. Me preguntaron en un vídeo que se volvió medio viral. Desde la neurociencia, si necesitas con regularidad siesta, algo está fallando en tu vida. O puede que sea porque hay un problema de salud. Tú, durmiendo bien por la noche, no deberías necesitar, en general, siestas. Entonces, a largo plazo se ha visto que es negativo o sobre todo está muy bien conectado a nivel cardiovascular”, decía.
“Porque nosotros cada vez que nos despertamos es un estrés para el cuerpo. Pero digamos como que arrancar la máquina del sueño. No sé si sabes, por ejemplo, que hay más infartos por las mañanas que por la tarde. Y esto se cree que es por el estrés del sistema cardiovascular despertándose por la mañana. Entonces, añades un arranque adicional, que la gente sea consciente de que si se necesita echar siesta todo el rato, hay algo que va mal”, añadía.
Rebajar cargas
“Entonces, mírate si estás trabajando mucho y tal, y si encuentras que todo está bien, pues a lo mejor estás durmiendo mal y no te das cuenta”, resumía. De igual forma, Barrecheguren respondía a la pregunta de por qué soñamos: “Se sabe también que el cerebro en la parte de sueño, de soñar, está repasando mucho la parte emocional de los recuerdos, ¿vale? Una hipótesis al sueño probablemente sea ruido de fondo”.
“Yo me imagino, yo mi interpretación es que los sueños son esas virutas de madera. No necesariamente tienen por qué tener una función. Simplemente son un subproducto de lo que está haciendo el cerebro en ese momento, que es, vale, vamos a repasar las conexiones que tenemos para ver qué tengo que reforzar y qué no. Vamos a repasar los recuerdos. Sobre todo es un momento de repaso de mucho bagaje emocional y se genera eso como subproducto”, recalcaba.