La tendencia general en muchos expertos en nutrición es la de tomar cinco comidas al día. Al contrario de la creencia general de que para perder peso hay que comer menos, esta corriente defiende la ingesta casi constante de alimentos sanos.
Sin embargo, la técnica para reducir los kilos que se está extendiendo hace varios años es la del ayuno intermitente. Básicamente consiste en todo lo contrario: dejar de comer durante varias horas al día.
Esto tiene sus pros y sus contras. Una de sus mayores defensoras es la neuropsicóloga Carina Castro. En su última publicación en Instagram, donde resume una conferencia que dio, pone en valor las ventajas del ayuno intermitente.
“El ayuno intermitente (en adultos, entre 14 y 16 horas sin ingesta calórica) puede tener un impacto positivo en la salud mental. Durante el ayuno, el cuerpo produce BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), una proteína clave para la neuroplasticidad, el aprendizaje y la memoria. Además, mantener estables los niveles de glucosa evita esos picos que alteran el estado de ánimo, la energía y la regulación emocional”, explica Castro en la publicación.
No es “dejar de comer”, es saber cómo hacerlo bien
Pero la neuropsicóloga puntualiza el objetivo real del ayuno intermitente: “No se trata de dejar de comer. Se trata de darle al cuerpo pausas que estimulen procesos naturales de reparación, claridad mental y bienestar emocional. A tus bichos intestinales no sólo les importa lo que comes, también cuánto tiempo pasas sin hacerlo”.