La técnica del cepillado, un gesto tan cotidiano que repetimos varias veces al día, puede tener un impacto mucho mayor en nuestra salud de lo que imaginamos. Según diferentes estudios, solo el 25% de los adultos se cepilla correctamente los dientes y, a pesar del esfuerzo, entre el 44% y el 52% de las encías aún presentan placa después del cepillado. Una buena técnica, en cambio, puede reducir hasta un 34% el riesgo de periodontitis. El problema empieza pronto: uno de cada tres adolescentes ya muestra sangrado gingival, lo que refleja la importancia de educar en higiene oral desde la infancia.
Para profundizar en esta cuestión hemos hablado con Marta Sola, higienista y Head of Marketing & Education de Curaprox, que destaca la necesidad de incorporar un cepillado más consciente, no solo como rutina de higiene, sino como un verdadero ritual de prevención y autocuidado.
¿Qué significa exactamente un “cepillado consciente”, cuánto debería durar y en qué se diferencia del cepillado tradicional?
Con el “cepillado consciente” o “higiene slow” proponemos un cambio de mentalidad frente a la rutina automática con la que la mayoría de las personas afronta el cepillado dental. La higiene slow se basa en ser conscientes del momento del cepillado, teniendo presente cada espacio que cepillamos, masajeando las encías y respetando el entorno de la boca.
El resultado es una experiencia de autocuidado más completa, que no solo mejora la salud bucodental, sino que también convierte el cepillado en un momento de bienestar personal, similar a una rutina de cuidado de la piel o de relajación. En cuanto a la duración, no nos gusta dar una cifra concreta, porque será tanto tiempo como el usuario necesite para que la higiene sea profunda y completa, pero son alrededor de 3 minutos.
Es importante entender que el sangrado al cepillarse no es normal y que es señal de inflamación
¿Cuáles son los errores más comunes que la gente comete al cepillarse los dientes?
A pesar de que muchos adultos cumplen con el número de veces y de minutos adecuado, muchas veces la eficacia de la higiene oral no es la deseada. Entre los errores más frecuentes está el cepillado con exceso de fuerza: no por cepillar más fuerte cepillamos mejor y, de hecho, puede ser contraproducente, llevando al desgaste del esmalte y de las encías. Además, la placa es blanda y un cepillo suave es perfecto para eliminarla.

Cepillado dental
Otro error común es el cepillado demasiado rápido: al no alcanzar el tiempo recomendado, hay zonas donde la limpieza de cada diente completo, por todas sus caras, no se alcanza. También influye utilizar movimientos incorrectos; nosotros recomendamos un cepillado centrado en el surco gingival, donde se acumula la mayor parte de la placa. Y, por último, la omisión del cepillado interdental y de la lengua: no olvidemos que los espacios interdentales y la lengua también deben ser cepillados.
¿Qué consejos prácticos pueden ayudar a mejorar la técnica de cepillado diaria?
Recomendamos acudir a un odontólogo actualizado una vez cada 6 meses o cada año, que nos enseñe en la consulta a realizar una correcta técnica de cepillado. En cuanto a las técnicas y productos, nosotros recomendamos utilizar un cepillo suave, que limpie en profundidad sin dañar. También colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados hacia la encía y hacer movimientos cortos y delicados. A su vez, complementar el cepillado siempre con higiene interdental, preferiblemente cepillos interdentales correctamente calibrados por un profesional, o seda dental en caso de dientes apiñados. Y, por último, incluir el cepillado de la lengua.
¿Por qué, tras el cepillado, entre el 44% y el 52% de las encías aún presentan placa?
Generalmente, el cepillado es rápido y no se centra en el margen gingival, el espacio entre la encía y el diente, donde se origina la placa bacteriana o el biofilm. Este cepillado da una falsa sensación de limpieza, unido a la pasta, pero generalmente deja zonas críticas sin cepillar.
Generalmente, el cepillado es rápido y no se centra en el margen gingival, el espacio entre la encía y el diente, donde se origina la placa bacteriana
¿Existen señales tempranas que indiquen que un cepillado diario no está siendo suficiente?
Sí, son muchas. Algunas de ellas son encías que sangran al cepillarse o al usar hilo o cepillo interdental, sensación de boca pastosa o mal aliento persistente, presencia de placa visible o sarro en la base de los dientes, enrojecimiento de las encías, sensibilidad dental, manchas en los dientes y retracción de las encías que deja descubierta parte de la raíz del diente.
¿Cómo afecta el estrés o las rutinas aceleradas al cuidado de la salud bucodental?
Generalmente, el estrés nos lleva a realizar rutinas de higiene más rápidas y con menos atención. Además, el estrés puede estar asociado con el bruxismo (rechinar de dientes) o la sequedad bucal, lo que aumenta el riesgo de caries.
¿Qué impacto puede tener un buen cepillado en la prevención de enfermedades como la periodontitis?
Un buen cepillado dental e interdental está directamente relacionado con la prevención de la periodontitis. Con una rutina adecuada, evitamos que el biofilm, que es blando, se convierta en sarro.
De igual manera que tenemos interiorizada la rutina skincare por la mañana y por la noche, la rutina bucal se incluiría en este ritual de bienestar general
¿Qué relación hay entre la higiene bucodental y problemas de salud general, como enfermedades cardiovasculares o diabetes?
Existe una conexión directa entre la boca y el resto del organismo. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, existen estudios que demuestran que las personas con periodontitis tienen el doble de riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. En el caso de la diabetes, la relación es bidireccional. Por un lado, la diabetes mal controlada favorece la inflamación de las encías y, por otro lado, la periodontitis aumenta la resistencia a la insulina y dificulta el control de la glucosa.
¿Por qué uno de cada tres adolescentes ya presenta sangrado gingival y cómo se puede revertir esta tendencia?
El principal motivo es que no se ha consolidado un hábito de higiene correcto. Los dos puntos más importantes para fomentar una buena salud bucodental en la infancia son: Los padres como modelo. Al ver a sus padres cepillarse a diario, los niños imitarán el hábito y lo visualizarán como integrado en la rutina. Y el concepto de “hogar dental”. El entorno familiar busca que el cuidado oral forme parte de la vida diaria de la familia.

Cuidado dental
¿Cómo pueden los adolescentes mejorar su higiene oral y evitar problemas como el sangrado gingival?
Es importante entender que el sangrado al cepillarse no es normal y que es señal de inflamación. Lo ideal es ir a revisión al dentista cada 6 meses o 1 año. Hablando de adolescentes, es interesante que la motivación parta de aspectos como el refuerzo positivo (mejorar la estética, aliento fresco) o la conciencia del impacto de sus decisiones.
¿Qué recomendaciones darías para transformar la rutina de cepillado en un ritual de autocuidado y bienestar general?
Recordemos que la boca es la puerta de entrada al resto del cuerpo y que, con una buena rutina, sentamos las bases para una buena salud general. De igual manera que tenemos interiorizada la rutina skincare por la mañana y por la noche, la rutina bucal se incluiría en este ritual de bienestar general. Al dedicarle tiempo y calma, estaremos contribuyendo a mantener una boca sana. Recomendamos tomar el cepillado como un momento de desconexión, de respiración y de atención plena.