Los hijos aprenden gran parte de lo que saben sobre el mundo a través de las relaciones que construyen desde pequeños. La familia es su primer espacio de convivencia, pero cuando crecen, la socialización con otros niños se vuelve básico para su desarrollo emocional, cognitivo y social. Enseñarles a relacionarse, compartir y tener amistades, no solo fortalece su autoestima, sino que les da herramientas para enfrentar con seguridad los retos de la vida. El psicólogo Javier de Haro, propone un método para guiarles en ese proceso .
“Desde que tiene 3 añitos entrenaría mucho estas 7 frases clave para socializar y para hacer amigos en el cole. Primero, y no podría ser otra, decir hola. Y es que un buen saludo, acompañado de una sonrisa, abre puertas. Segunda, presentarse: me llamo Javier, ¿tú cómo te llamas? Piensa que preguntar el nombre es muy importante porque cuando nombras a alguien cambia todo: el tipo de relación, la cercanía e incluso lo que le haces sentir”, explica.

Madre junto a su hijo
En tercer lugar, el psicólogo propone llevar la pregunta al juego: ¿puedo jugar contigo o también quieres jugar conmigo? Para él, esta es mágica, sobre todo la segunda parte. Como cuarta frase, que también puede aplicarse en adultos, recomienda decir: no, no me gusta esto, para. “Y es que a poner límites se aprende practicando en casa y desde bien pequeñitos”, señala. La quinta frase es gracias. “Pero no enseñes solo a dar las gracias por lo que le dan, sino sobre todo por cómo le hacen sentir”, explica.
En sexto lugar, recuerda la importancia del perdón: “Pero no el perdón automático ese que lo dice ni se olvidan, sino el perdón que va acompañado de algún gesto. Porque el perdón no se dice, se hace, no son palabras, son hechos. Y esos hechos son los que ayudan a reparar y a aprender”. “Y la última, séptima, la que más me gusta, empatía en acción ¿Te puedo ayudar? ¿Estás bien? Y es que lo que para ti puede ser una simple frase para otra persona puede ser un mundo o incluso salvarle la vida”, explica.
Desde que tiene 3 añitos entrenaría mucho estas 7 frases clave para socializar y para hacer amigos en el cole
Aparte, Javier de Haro, propone practicar esas preguntas en casa con los hijos. Incluso, anima a llevar a cabo este ejercicio planteando situaciones en las que no todo sale como ellos quieren. De esta manera, piensa el psicólogo, que se darán cuenta de si están preparados para enfrentar una situación de ese calibre y, que, además, tendrá esos recursos e ideas que le habéis enseñado.
Ahora bien, no basta con conocer esas frases: lo realmente importante es cómo ayudamos a los pequeños a incorporarlas en el día a día. Y es ahí donde entran los padres, madres o tutores, como referentes y guías. La clave está en convertirlas en parte del día a día, en practicar con ellos de manera natural y divertida, para que poco a poco las hagan suyas.
Por ejemplo, cuando llegues dile esas frases. “Se reirá, seguro, porque ya sabe cómo nos llamamos, pero con risas todo se aprende mejor. Hazlo también mediante teatrillos, jugando con muñecos o imaginando con él que sois niños desconocidos que os veis en el cole el primer día. Los role playing son formas divertidas de practicar y aprender”, apunta. A su vez, es importante, reaccionar con alegría cuando tu hijo o hija te diga esas frases, de esta manera estarás valorando justo lo que quieres fomentar.
Los role playing son formas divertidas de practicar y aprender con ellos
“Moldea también esas frases. Que él o ella te vea usarlas en la vida real, es una gran oportunidad no solo para que las aprenda, sino también para que comprenda cuándo tiene que usarlas. Y por último, también puedes hacerlo a través de historias: películas, cuentos, historias inventadas… cuando salgan esas frases reflexiona sobre qué logran, cómo afectan a los demás…”.

Familia celebrando con su hijo
Eso sí, el psicólogo apunta que el primer escalón y el ritmo lo marcan ellos. Si tu hijo o hija es tímido o inseguro y le cuesta decir hola, baja un escalón, es decir, “tal vez con levantar la mano ya es una buena forma de empezar. Su ritmo y su punto de partida. Eso sí, paso a paso ir subiendo escalones”. Y no te olvides de prepararle para la cruda realidad de que un niño pueda decirle que no quiere jugar con él. “Así aprenderá a gestionar esas situaciones. Cuando se den, que se darán, ya estará preparado o preparada y tendrá esos recursos e ideas que habéis entrenado para afrontarlas”, sentencia.