Arthur Brooks, experto en felicidad: “Cuando tu trabajo se convierte en un acto de amor, santifica todo lo que haces”
SALUD MENTAL
El divulgador defiende que la felicidad en el trabajo no se compra con un salario ni se alcanza con poder, si no que nace de saberse útil, crear valor y actuar movido por el amor hacia los demás
Arthur C. Brooks, profesor de Harvard y experto en felicidad: “Estar desolado es inevitable, pero se dispone de información valiosa, incluyendo la posibilidad de aprender de los propios errores”
Arthur Brooks, experto en felicidad: “Cuando tu trabajo se convierte en un acto de amor, santifica todo lo que haces”
La creencia de que la alegría en el trabajo del éxito profesional, el dinero o el reconocimiento social es un hecho en pleno s.XXI. Arthur Brooks, profesor de Harvard y una de las voces más reconocidas en el estudio de la felicidad, lleva años explorando cómo las personas pueden vivir con más sentido y plenitud, e insiste en que el verdadero bienestar nace del propósito, del servicio y del amor hacia los demás.
En una reciente intervención, Brooks explicó que la alegría en el trabajo solo aparece cuando se cumplen dos condiciones que no tienen nada que ver con el poder o el prestigio. La primera es ganarse el propio éxito, lo que significa crear valor con la propia vida y sentir que se es necesario. La segunda es trabajar al servicio de los demás.
Arthur Brooks, experto en felicidad: “Cuando tu trabajo se convierte en un acto de amor, santifica todo lo que haces”
El poder de sentirse útil
El profesor ha observado durante años que quienes disfrutan de su profesión no lo hacen por lo que obtienen, sino por lo que entregan. Para él, el trabajo se transforma en una fuente de felicidad cuando se convierte en una forma de dar sentido y de servir. Ese acto, explica, tiene un poder transformador, porque permite “santificar” la rutina diaria y convertirla en un espacio de crecimiento interior.
Brooks sostiene que el amor es el centro de toda realización. No se trata del amor romántico ni de una emoción pasajera, sino de una actitud que dignifica a los demás y los eleva. “Tu labor consiste en amar a los demás, en dignificar a los demás, en elevar a los demás en todo lo que haces”, afirma. Bajo esta mirada, el trabajo deja de ser una carga o una obligación para convertirse en un espacio de encuentro humano.
El experto respalda sus ideas con años de investigación y con trabajos académicos en la Universidad de Harvard. En su curso “Leadership and Happiness”, que dio origen al ensayo The Happiness Files: Insights on Work and Life, Brooks combina datos de la ciencia conductual y estudios sobre liderazgo para demostrar que la felicidad está estrechamente vinculada a la utilidad y al valor que aportamos a los demás.
En otro de sus artículos, publicado en Harvard Business Review bajo el título The Success-Then-Happiness Fallacy, analiza evidencias que contradicen la idea de que primero llega el éxito y después la felicidad, defendiendo que ocurre justo al revés. Según sus conclusiones, las personas que cultivan alegría, sentido y relaciones positivas tienden a tener carreras más estables y satisfactorias.
Cuando tu trabajo se convierte en un acto de amor, santifica todo lo que haces
El profesor defiende que toda persona puede hallar plenitud si comprende que su labor tiene un impacto real en los demás. Cada tarea, por sencilla que parezca, puede ser una oportunidad para contribuir al bien común. En ese gesto cotidiano de servicio se encuentra, según Brooks, la auténtica fuente de felicidad. Porque la alegría no se esconde en la meta ni en el reconocimiento, sino en la manera en que se camina y en el amor que se pone en cada paso.