Manuel Viso, médico, sobre las bolsas de patatas fritas: ''Están diseñadas para que no puedas parar. El crujido activa la dopamina y tu cerebro aplaude''

Salud

El experto en urgencias ha desvelado los motivos por los que estos productos son tan adictivos 

Manuel Viso, médico, sobre las bolsas de patatas fritas: ''Están diseñadas para que no puedas parar. El crujido activa la dopamina y tu cerebro aplaude''

Manuel Viso, médico, sobre las bolsas de patatas fritas: ''Están diseñadas para que no puedas parar. El crujido activa la dopamina y tu cerebro aplaude''

Varias/LV

¿Eres de esas personas que cuando abren una bolsa de patatas es incapaz de parar? No te preocupes, no eres la única. Manuel Viso, médico especialista en urgencias y hematología, ha desvelado en una reciente publicación en redes sociales que este hábito tan común no es debido a la falta de voluntad, sino al diseño del producto. 

''¿Por qué no puedo parar cuando abro 1 bolsa de patatas? Están diseñadas para que no puedas parar, para engancharte'', afirma en un vídeo publicado en sus perfil de Instagram (@manuelvisothedoc), donde acumula más de 86.000 seguidores. 

Según el experto, el crujido de la patata en la boca activa la liberación de dopamina en el cerebro. Además, el doctor señala que esta reacción, sumada a la mezcla de sal, grasa y sabor intenso, genera ''el combo perfecto para querer más''. Por otro lado, Viso también destaca que, al tratarse de un alimento que se deshace rápidamente en la boca, el cerebro lo interpreta como que no aportan una gran cantidad de calorías, lo que también contribuye a que sigamos comiendo.

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No obstante, no hay que olvidar que casi todas las bolsas tienen entre 500 y 550 kcal por cada 100 gramos. ''Ahí es nada, una bolsa de 150 gramos puede tener 800 kcal, casi una comida entera'', recalca. Otras de las claves que refuerza el deseo de seguir comiendo este tipo de alimentos es, según el experto, que casi todas las bolsas contienen glutamato monosódico, uno de los mayores potenciadores del sabor que se conocen y que también engancha.

Patatas fritas, comida rápida en rodajas finas.

Patatas fritas, comida rápida en rodajas finas.

Getty Images

Por esta razón, el médico especialista en urgencias y hematología insiste: ''Así que si no puedes parar, no eres débil. Las patatas son fuertes, no eres tú, son ellas''. 

Cabe destacar que, según un estudio publicado por The New York Academy of Sciences MSG,  el glutamato monosódico puede aumentar la palatabilidad y favorecer la preferencia o elección de ciertos alimentos haciéndolos más atractivos para el consumidor, lo que puede también influir en los hábitos de alimentación.

Alerta sanitaria con unas patatas fritas de supermercado.

Alerta sanitaria con unas patatas fritas de supermercado.

Freepik

En la misma línea, el nutricionista Aitor Sánchez desveló hace unos meses que la patata es uno de los alimentos más y menos saciantes del mercado. La clave está en sus preparaciones. Por un lado, la patata cocida u horneada, que es un alimento muy saciante, y por otro, las patatas fritas o de bolsa, que son de los alimentos menos saciantes del mercado. ''Podríamos terminarnos la bolsa entera prácticamente sin enterarnos'', recalcó. 

Por otro lado, Maira Bes-Rastrollo, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, asegura que snacks ultraprocesados como patatas fritas en bolsa, bollería industrial, cereales azucarados o salsas envasadas ''están modificando nuestra forma de alimentarnos y afectando a la salud de la población''. Y es que los datos son alarmantes, ya que su consumo en España ''se ha triplicado en las últimas tres décadas''. 

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