El turismo busca reinventarse y apostar por experiencias cada vez más inmersivas para el viajero. ¿Alguna vez te has planteado dormir en una casa del árbol? En Navarra, dormir en una cabaña entre los árboles ya no es solo un sueño de la infancia, sino una experiencia real que te espera.
Este tipo de turismo se le conoce como “turismo rural” que, en este caso, es de gran interés para el Gobierno de Navarra por sus características naturales. De hecho, en el Plan Integral de Turismo de Navarra, hay un programa dedicado al turismo rural con el objetivo de promover su actividad para diversificar la economía y fijar la población en zonas rurales, preservando el medio ambiente.
Aunque no hay datos oficiales, el Gobierno de Navarra señala este tipo de turismo como algo significativo de la zona dadas sus características, lo que la convierte en una de las comunidades con mayor demanda rural. María Chivite, Presidenta del Gobierno de Navarra, destacó en 2024 durante la Feria Internacional de Turismo que se trata de “otro turismo, sostenible, respetuoso con nuestra esencia y con la vida de los navarros y navarras que acogen a las personas que nos visitan”.
Suite Triku
Origen de las cabañas
La primera vez que se vieron este tipo de cabañas fueron en agosto de 2015 con la inauguración de “Basoa Suits”, el primer complejo turístico con cabañas en los árboles de la Comunidad Foral de Navarra. Este se construyó en Amati, un entorno natural ubicado en el concejo de Lizaso, en Ultzama.
En sus inicios, estas cabañas de tamaño reducido empezaron a estar a cinco metros de altura ofreciendo todas las comodidades básicas de una estancia como calefacción, baño, terraza… Un tipo de alojamiento dirigido a personas que tengan el objetivo de relajarse y tener contacto directo con la naturaleza.
Siete suits
El complejo empezó con cuatro cabañas equipadas y, actualmente, ya cuentan con un total de siete suits que se accede a ellas mediante trampillas o escaleras laterales:
- Belea (cuervo en euskera): está construida con madera de abeto, castaño y roble y con el techo en forma de pagoda. En total tiene 10 ventanas y una terraza con un tronco de roble que la atraviesa.
- Beigorri (nombre de un personaje mitológico): construida con madera de pino, abeto, chopo y castaño, esta suite cuenta con una forma alargada con un ventanal grande para disfrutar del bosque. También tiene una terraza atravesada con un roble.
- Okolin (nombre de un monte situado al lado del Saioa): construida con madera de pino, abeto, castaño, chopo y avellano, esta vez la cabaña tiene forma triangular con dos ventanales hacia un prado de ovejas. La terraza rodea tres de las cuatro caras de la casa, tiene un porche amplio, ideal para los días de lluvia y las noches de tormenta.
- Bedats (significa primavera): construida con madera de pino, abeto, castaño y avellano, tiene siete ventanas repartidas de forma que te permite tener una experiencia totalmente inversiva. Tiene forma hexagonal y una terraza también atravesada por un roble.
Estas fueron las principales suites a sus inicios y, más tarde, incorporaron Mirua, Triku y Ekia. Unos establecimientos donde pueden encontrar desayunos y cenas que están elaborados con productos naturales de la zona.
Sostenibilidad
Destacan mucho su compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente desde sus comienzos, con el objetivo de garantizar una inmisión en el bosque con el menor impacto posible en la naturaleza.
Durante la construcción se usaron técnicas arbolistas y la elección consciente de árboles y maderas locales y certificadas con un tamaño consciente y pasarelas elevadas. En cuento a la gestión del agua y la luz, hay sistemas de lámparas recargables, jarras de agua con lavabos y baños secos para minimizar el consumo de agua y electricidad. También los productos son locales y de kilómetro 0, y se usa la energía renovable.
Otras cabañas
Más al norte, en la selva de Irati, en Villanueva del Arce, se encuentra Agroturismo Maricruz. Una estancia ecoturística que cuenta con tres casas rurales y dos cabañas sobre los árboles. Por último, cerca de la frontera con Francia en el valle de Aezkoa, se encuentra Orbaiceta donde están los Nidos de Irati. En este caso se compone por seis cabañas de madera suspendidas en el bosque y conectadas entre ellas con un sendero circular de madera de 400 metros.
En internet, los usuarios se muestras satisfechos durante su estancia en este tipo de cabañas de madera donde los comentarios y reseñas son positivos: “Las cabañas eran muy bonitas y estaban bellamente ubicadas en medio del bosque, equipadas con calefacción que las hacía aún más cómodas” o “La experiencia es interesante y el servicio de la cabaña muy atento en todo momento” son algunas de las impresiones.
Desde pequeños dormir en una casa árbol ha sido la ilusión de muchos niños y niñas. Actualmente, ese sueño se puede cumplir en Navarra donde tanto adultos como pequeños pueden disfrutar por igual.

