El perrito Pudding, como ya le ocurrió al famoso Hachiko, protagonista de una historia real convertida en película con Richard Gere, esperó en vano durante días el regreso de su dueño, fallecido en el accidente aéreo ocurrido en Muan, Corea del Sur.
Deambuló por el pueblo durante una semana, siendo observado por los vecinos que lo alimentaban y consolaban, hasta que fue atendido por una organización protectora de animales que ahora buscará un nuevo hogar para él.
Su historia la dio a conocer la organización animalista Care, que reconstruyó la triste pero feliz historia de Pudding, recogida por el Korea Times.
El perro vivía en una aldea en el condado de Yeonggwang, provincia de Jeolla del Sur, con la víctima mayor del accidente en el vuelo Bangkok-Muan de Jeju Air el 29 de diciembre.
El avión, un Boeing 737-800, aterrizó boca abajo en la pista, no lejos del pueblo, antes de chocar a gran velocidad contra un muro de hormigón al final de la pista y desintegrarse. Al final, murieron 179 personas, todas ellas los ocupantes excepto una azafata y otro integrante de la tripulación.
Tras el accidente
Pudding se queda sin familia
Entre las víctimas se encontraba toda la familia de Pudding, su querido dueño que pronto cumpliría 80 años y 8 miembros de su familia, incluida su esposa, su hija y su nieta de 6 años. Toda la familia con la que podía contar el perrito murió regresando de unas vacaciones en Tailandia.
En su cuenta oficial de redes sociales, Care escribió: “Determinamos que no era seguro para Pudding deambular por el pueblo sin un cuidador. Después de contactar a la afligida familia en el funeral, decidimos cuidarlo hasta que encuentre un tutor adecuado”.
Después de la tragedia, sin ningún cuidador, Pudding deambulaba entre la casa familiar y el centro del pueblo, observando los coches y autobuses que pasaban como si buscara a sus seres queridos. Los aldeanos, preocupados y conmovidos por su pérdida, comenzaron a alimentarlo, pero él no dejaba de buscar.
Los voluntarios de la organización lo encontraron “sentado tranquilamente frente al ayuntamiento del pueblo. Cuando nos acercamos, corrió hacia nosotros emocionado, como si todavía estuviera esperando a su familia”.
Tras localizarlo y enterarse de su caso, Pudding fue transportado a Seúl e ingresado en un hospital veterinario. “Aunque parecía un poco incómodo durante el viaje en coche, se mostró tranquilo y amable”, informó la organización en sus redes sociales.
“Ahora lo estamos sometiendo a algunas pruebas después de descubrir que había ingerido alimentos perjudiciales para los perros, como cebollas y huesos de pollo”, agregó. El próximo paso, encontrarle un nuevo hogar.