María Velázquez, maestra: “Pensaba todo el tiempo que me quedaría ciega y no me quedó más remedio que coger una baja laboral. Pero ahora, gracias a mi perro, mi ansiedad casi ha desaparecido”

Peludos en la ciudad

El poder transformador de su perro Riu, un apoyo emocional que cambió su vida

María no puede vivir sin Riu

María no puede vivir sin Riu

María Velázquez

El otro día andaba yo por mi óptica de confianza. Estaba probándome unas gafas nuevas, magistralmente asesorado por Alfons Bielsa (Vicepresidente del Col·legi d’Òptics Optometristes de Catalunya), un verdadero crack. Y como jamás he podido reprimir mi voraz instinto de caza-historias, me llegó a lo lejos una conversación perruna entre una clienta y Esther, una de las ópticas del comercio. A partir de aquel instante, toda mi atención se concentró en aquello que estaban contando.

De repente, fui hacia ellas y les expliqué que quería compartir aquella experiencia con los lectores de Peludos. María Velázquez, que vive en la Avenida Mistral de Barcelona y ejerce de maestra de primaria, comentaba que aquel era exactamente el primer día que sacaba a la calle a su perrito. “Lo he cogido en brazos y enseguida he sentido cómo le temblaba todo el cuerpecito. Hoy es su primer día fuera de casa y, claro, todo es nuevo para él. Pero en cuanto nos metimos en la óptica, se relajó y empezó a saltar aquí y allá”.

Riu y María son inseparables

Riu y María son inseparables

María Velázquez

María me cuenta que cuando era pequeña, con tan solo seis añitos, la mordió un perro. Por lo visto, aquel incidente generó en ella un cierto miedo y prevención en relación con cualquier animal. “Casi todas mis amigas tenían perro, y recuerdo perfectamente que cuando me metía en sus casas siempre les pedía que, por favor, metieran a sus animalitos en una habitación cerrada”.

Mi psicóloga me aseguró que es muy positivo para mí tener a Riu. Además, resulta que es de una raza que les encanta a los niños

María no puede vivir sin Riu
María Velázquezresponsable de Riu

En la noche de Navidad perdió la visión de un ojo. El oftalmólogo le dijo que era algo complejo. La derivaron a diversos especialistas, y todavía ahora no le han sabido diagnosticar lo que tiene exactamente. Le están haciendo pruebas y más pruebas. “Mi novio tiene perro en su casa, y lo cierto es que me he adaptado a él. Eso ha hecho que me reconcilie con los animales. Desde los 18 años padezco ansiedad, y con la pérdida de la visión del ojo la cosa se ha multiplicado. Pero estoy empezando a intuir que un perro puede ayudarme mucho. Mi psicóloga tiene un caniche en su consulta, Happy, y siempre que voy juego con él. Es un toy (no llega a los dos kilos). Y ahora tengo a Riu, de la misma raza, una delicia”.

Me confiesa que su caniche le ha cambiado la vida: “Pensaba todo el tiempo en que me quedaría ciega. No me quedó más remedio que coger la baja laboral como maestra. Pero ahora mi ansiedad casi ha desaparecido. Ni siquiera siento aquella presión en el pecho que no me dejaba vivir”.

Riu es un gran apoyo emocional para María

Riu es un gran apoyo emocional para María

María Velázquez

Parece increíble, pero es del todo cierto. Una historia basada en hechos reales. “Tan solo hace una semana que vivo con mi perrito y ya me ha revolucionado completamente la existencia. ¡No concibo mis días sin Riu! Ahora no paramos de hacer un montón de cosas juntos, a cada instante, y eso me ayuda porque ya no estoy tan pendiente de mí misma”.

Lee también

Para ella, Riu es fundamental, y ya se ha convertido en su compañero de vida. “Hace tan solo una semana que está en mi casa, y en tan poco tiempo ya le ha dado un vuelco total a mis días”.

Parece increíble, pero tengo la sensación de que apareció en mi vida con todo lo esencial aprendido

María no puede vivir sin Riu
María Velázquezresponsable de Riu

María alucina porque parece que Riu no necesita que lo eduquen en nada. “Parece increíble, pero tengo la sensación de que apareció en mi vida con todo lo esencial aprendido. En siete días no he tenido tiempo de educarlo y ya lo hace todo perfecto. Es muy inteligente, lo asimila todo rápido, a la primera. Cuando estoy leyendo o viendo la tele, se pone a mi lado. Me pongo a pintar mandalas para relajarme con canciones de Sabina de fondo y Riu se pone súper contento. A menudo tengo la sensación de que es una personita”.

María y su pareja están encantados con Riu

María y su pareja están encantados con Riu

María Velázquez

Ella tiene muy desarrollado el instinto materno. “Mi psicóloga me aseguró que es muy positivo para mí tener a Riu. Además, resulta que es de una raza que les encanta a los niños. En unos cuantos años seré madre, y será perfecto, porque estos caniches viven muchos años y se llevarán de lujo con mis niños”.

Antes de tener a su caniche, todos la advertían de que estaría todo el día con el mocho arriba y abajo, limpiando sin parar. Y nada de nada, es súper disciplinado y limpísimo. “Lo digo muy en serio, estoy completamente convencida. Le aconsejo a todo el mundo que ponga un perro en su vida… Yo ni lo sospechaba, pero ahora confirmo que tiene unos beneficios realmente profundos para las personas. Y tan solo en una semana. Riu ha sido mi revolución vital en siete días”.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...