Los gatos son animales bastante especiales. Son cada vez más comunes en los hogares, rivalizando en popularidad con los perros. Su comportamiento es peculiar: más solitarios y autosuficientes que los canes.
No obstante, eso no significa que no quieran su dosis de cariño de vez en cuando. Muchas veces se acercan a nosotros para que les acariciemos y le mimemos. Una vez su necesidad está satisfecha, lo hará saber alejándose.
Por qué un gato se porta mal en su hogar
Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es su comportamiento, añadiéndolo a su tipo de maullidos. La antrozoóloga Paula Calvo ha explicado las razones que pueden llevar a un felino a portarse mal.
La doctora Calvo afirma que “tu gato seguramente no tenga problemas de conducta si araña, muerde, se esconde, evita el contacto o maullar sin parar”, contradiciendo lo que se piensa de manera generalizada.
La antrozoóloga alude a tres motivos a los que puede deberse esta forma de comportarse: el fallo del vínculo entre persona y animal, sentirse desplazado de la familia y no preparar un entorno adecuado para su especie. Para acabar, termina su publicación diciendo que “cuando un gato sobrevive, no confía. Y sin confianza, no hay convivencia. Solo tensión”.