Héctor Carmona, adiestrador canino: “Para muchos perros, la correa corta no solo limita el movimiento, también incrementa la frustración, la tensión y la dificultad para procesar el entorno”
Comportamiento animal
El experto en el comportamiento de los canes utiliza un ejemplo que ha tenido y con el que ha visto un cambio importante en apenas una sesión
Alan Peiró, adiestrador canino: “Si tu perro tira de la correa, el problema no es la correa. Tiene más que ver con la gestión emocional del paseo”

Héctor Carmona, adiestrador canino: “Para muchos perros, la correa corta no solo limita el movimiento, también incrementa la frustración, la tensión y la dificultad para procesar el entorno”
Cuando sacamos a pasear al perro es obligatorio que llevemos una correa para llevarlo atado. La normativa de la Dirección General de Tráfico indica que, cuando estemos caminando por una zona peatonal, debemos atar al peludo ya que puede tener “reacciones imprevisibles”. No obstante, hay algunos tipos de correa que pueden resultar incómodos para el can. Por eso, el adiestrador canino Héctor Carmona alerta sobre el hecho de tener una que sea demasiado corta.
Este experto en la educación de los perros comparte sus experiencias en su cuenta de Instagram, donde tiene 108.000 seguidores. En la última publicación que ha subido ha contado la historia de Rayo. Se trata de un peludo que apenas cuenta con dos años de edad. El adiestrador dice en el post que no había salido nunca a la calle atado. Además, añade que hace poco tiempo que se encuentra con su nueva familia, ya que se trata de un perro adoptado.
En el vídeo se puede observar al perro muy nervioso, ya que sus dueños usan una correa de un tamaño bastante corto, algo que puede ser perjudicial durante los paseos. Así lo advierte Carmona: “Para muchos perros en esta etapa, la correa corta no solo limita el movimiento, también incrementa la frustración, la tensión corporal y la dificultad para procesar el entorno”. Sin embargo, vemos cómo un simple cambio hace maravillas en la actitud del peludo.
La longitud de la correa es clave para la actitud que pueda tener el perro
Como se puede ver a continuación en la escena, pasa de llevar una correa con una longitud acortada, a una que permite mayor movimiento del perro. Esto hace que su actitud cambie, ya que se le puede ver más feliz, tranquilo y explorador. “Solo cambiamos el contexto: de correa corta a correa larga. El resultado es evidente: más espacio, más información y una caminata mucho más tranquila, donde puede oler, explorar y empezar a regularse”, explica el adiestrador canino en la publicación.
Eso sí, Carmona avisa que, a pesar del éxito de esta medida simple, “esto ocurrió en la primera sesión de evaluación. Apenas estamos comenzando un proceso educativo”. Para finalizar, el experto en el comportamiento de los perros añade cuáles son los objetivos que busca tanto en este caso como en los más similares: “Todavía hay mucho por trabajar: regulación emocional, control de impulsos y comunicación con sus tutores”.
Hay otros educadores caninos que han hablado sobre la importancia de las correas en el comportamiento de los perros. El adiestrador canino Alan Peiró, en su propia cuenta de Instagram, explicó lo que puede decir la manera de ser de un can durante un paseo: “Si tu perro tira de la correa, el problema no es la correa. Tiene más que ver con la gestión emocional del paseo. Tirar no es desobediencia, es sobreexcitación, ansiedad o falta de conexión durante el paseo. Muchos tutores cambian mil correas y arneses buscando una solución mágica”.
Diversos estudios científicos han analizado cómo se comportan los perros en determinadas circunstancias cuando van atados durante el paseo. Además algunos hacen una relación entre usarlas y la prevención de enfermedades. Por ejemplo, uno titulado 'Dog behaviour on walks and the effect of use of the leash' publicado en 2010 llegó a la conclusión que “para aumentar la duración y la frecuencia de las interacciones sociales beneficiosas de un perro con otros perros, se recomienda pasearlo sin correa; pero para obtener el mejor efecto a la hora de reducir la propagación de enfermedades durante un brote, o para modular las consecuencias de los encuentros agresivos, ambos perros deben llevar correa”.

