En febrero de este año, mi gato M empeoró de forma irreversible a causa de su enfermedad renal y, asumiendo que su hora se acercaba, empecé a buscar veterinarios que ofrecieran la eutanasia a domicilio. Fue así como conocí a Álvaro Narváez, en una llamada que él mismo atendió, transmitiéndome una calma inmensa y ayudándome a encontrar un poco de paz en medio de tanto dolor.
Tras la pérdida de M, busqué el apoyo de After Life Vets, su proyecto, que ofrece no solo la eutanasia en casa, sino también un acompañamiento con psicólogos y terapeutas especializados en el duelo por la pérdida de un animal. Además de ser un veterinario altamente cualificado, Álvaro es una persona que irradia cercanía, empatía y calidez en cada interacción. Su enfoque no solo se centra en el acompañamiento en el último adiós, sino también en la valoración de la calidad de vida de los animales en sus últimos momentos. Este aspecto es crucial, ya que permite a las familias tomar decisiones informadas y conscientes durante un proceso muy difícil.
Graduado en Veterinaria por la Universidad de Extremadura en 2016, Álvaro ha trabajado en España, Francia e Inglaterra. Fue durante su segunda etapa en Inglaterra cuando, al comparar los protocolos de eutanasia de allí con los de España y vivir una mala experiencia aplicándolos, tomó conciencia de que este proceso es el momento más delicado para una familia. Allí conoció a veterinarios que ofrecían la eutanasia a domicilio de forma exclusiva y cuidadosa, lo que le inspiró a formarse para ofrecer este servicio en España, garantizando el máximo bienestar del animal y el acompañamiento respetuoso a las familias.
¿Qué es After Life Vets?
After Life Vets es un proyecto centrado exclusivamente en la última etapa de vida de nuestros compañeros peludos. Nació como un servicio de eutanasia veterinaria a domicilio porque, tras mi paso por diferentes clínicas y hospitales, observé que este momento tan delicado no se abordaba con la sensibilidad que merece. A menudo se trata como un simple procedimiento médico, dejando de lado la carga emocional que conlleva. Sin embargo, desde el instante en que una familia empieza a plantearse la eutanasia de su animal, surgen emociones intensas: dudas, miedo, tristeza, culpa… Todas estas emociones necesitan ser escuchadas, validadas y acompañadas. Nuestra labor no es solo médica, sino también humana: ayudar a que ese proceso de despedida sea lo más llevadero posible, siempre con respeto, compasión y cariño.
¿Cómo lo abordáis?
Además de realizar la eutanasia en el hogar (un entorno tranquilo y familiar para el animal), también ofrecemos acompañamiento emocional antes de la toma de decisión. Es fundamental que las familias no se sientan solas ni culpables al decidir dejar marchar a su compañero cuando ya no hay calidad de vida. Además, ayudamos a valorar de la forma más objetiva posible la calidad de vida del animal a través de diferentes herramientas y, siempre que sea posible, ofrecemos recomendaciones para mejorarla. No siempre se trata de decir adiós; a veces, se trata de ganar tiempo con bienestar. Por ello, este acompañamiento puede incluir pautas personalizadas para aliviar el dolor, mejorar el confort o adaptar el entorno y los cuidados a las necesidades del animal senior o enfermo. También colaboramos con diferentes especialistas en duelo para poder ayudar a las familias desde que se inicia el proceso hasta que acaba todo.
No siempre se trata de decir adiós; a veces, se trata de ganar tiempo con bienestar
Son momentos muy complicados para las familias, que pueden estar superadas por su dolor. ¿Por qué decidiste ofrecer este servicio?
Son dos cosas que están íntimamente relacionadas. Cuando una familia se ve en la tesitura de tomar la decisión de la eutanasia, en el 99% de los casos tienen la duda de si lo están haciendo en el momento adecuado o no. Debido a esto, y a que la mayoría de las veces se sienten solos al tomar esta decisión, vi la necesidad de ofrecer un apoyo para que puedan hacerlo con la menor culpa posible. Las familias se sienten mejor cuando un profesional les guía para evaluar si su animal está sufriendo, si aún se puede hacer algo para mejorar su calidad de vida o, por el contrario, si ya no hay nada más que se pueda hacer.
La mayoría de personas que tenemos animales, valoramos mucho que nuestro animal tenga “calidad de vida”, ¿pero qué significa exactamente en el contexto veterinario?
La calidad de vida es un concepto muy amplio que depende mucho del contexto en el que se encuentra el animal y de lo que la familia puede hacer por él. A grandes rasgos, podemos basarnos en que el animal no debe tener dolor, debe tener capacidad para comer y beber por sí mismo, mantenerse limpio y poder moverse. Hay más aspectos que se pueden añadir, pero todo esto hay que valorarlo bien antes de tomar la decisión. Por ejemplo, no es lo mismo un pastor alemán de 14 años que vive con una persona mayor en un tercer piso sin ascensor y está parapléjico, que un chihuahua parapléjico de 4 años que vive con una pareja joven en un bajo con jardín. Perros con un mismo problema pueden vivir en situaciones muy diferentes, y esto condiciona la decisión que se toma en un caso u otro. Aunque existan parámetros para evaluar la calidad de vida, siempre hay que valorar el conjunto de la situación y usar el sentido común.

Los cuidados paliativos son una alternativa a la que casi siempre se puede recurrir, según Narváez.
¿Qué señales físicas o emocionales de los animales crees que suelen pasar más desapercibidas al valorar su bienestar?
Sobre todo, señales que “pueden” estar relacionadas con la edad. Lo pongo entre comillas porque cuando vemos un perro o gato mayor al que le cuesta moverse, solemos achacarlo a la edad y no hacemos nada, cuando en realidad pueden padecer una enfermedad degenerativa como la artrosis, que aunque empeora con la edad, es dolorosa y puede controlarse con medicación, suplementos, acupuntura o fisioterapia.
¿Qué otros síntomas pueden aparecer?
En estos casos, especialmente en perros grandes, podemos observar que dan muchas vueltas antes de tumbarse o que les cuesta levantarse. También pueden aparecer síntomas de demencia (Síndrome de disfunción cognitiva), que muchas veces se atribuyen a la edad y se dejan sin tratar, aunque existen tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida, especialmente si se detectan a tiempo. Algunos de estos signos son deambular por la noche, quedarse mirando a la nada o maullar y ladrar sin motivo aparente.
Pueden aparecer síntomas de demencia que muchas veces se atribuyen a la edad y se dejan sin tratar, aunque existen tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida
Has creado un diario de seguimiento para que las familias puedan valorar con claridad la calidad de vida de su animal. Háblame sobre este diario…
El diario es muy útil cuando un animal empieza a decaer, ya que permite evaluar su evolución día a día a lo largo del tiempo, con gráficas que muestran claramente cómo va evolucionando. También se pueden anotar cambios como la introducción de una medicación nueva y ver cómo afecta a su día a día. Además, al establecer una señal clara que marque el momento de considerar la eutanasia antes de comenzar a rellenar el diario, puede ayudar mucho a tomar la decisión con menos culpabilidad.
¿En qué situaciones recomiendas iniciar cuidados paliativos en lugar de decidir directamente una eutanasia?
Los cuidados paliativos son una alternativa a la que casi siempre se puede recurrir, especialmente en enfermedades crónicas de evolución lenta. Cuando nos acercamos a una fase en la que el animal va perdiendo calidad de vida, también se pueden aplicar cuidados paliativos para garantizar la máxima comodidad y el mínimo sufrimiento. Por ejemplo, si el animal no puede mantenerse limpio, pero la familia puede ayudarle con su higiene, esto también forma parte de los cuidados paliativos. Es importante valorar día a día al animal en estados de enfermedad avanzada, para comprobar que no empeora a pesar de los cuidados paliativos, ya que siempre debemos priorizar su bienestar. Hay casos en los que el animal está muy enfermo pero estable, y la familia necesita unos días para despedirse de él. En estos casos, los cuidados paliativos pueden ayudar a mantener al animal lo más cómodo posible mientras se toma la decisión.
¿Por qué es importante valorar la calidad de vida más allá de un diagnóstico grave?
Porque casi siempre se puede hacer algo para que el animal esté más cómodo y pueda disfrutar de una buena calidad de vida durante más tiempo, incluso con un diagnóstico grave. Que a un animal se le diagnostique un cáncer agresivo sin opciones de tratamiento no significa que en ese momento necesite una eutanasia inmediata. Puede haber casos en los que la enfermedad avance rápido o que, en el momento del diagnóstico, el animal ya esté muy descompensado, y en esos casos la eutanasia sea lo mejor que podemos hacer por él. Pero no siempre es así, y es importante valorar cada situación.
En muchos casos la familia no se siente preparada para tomar la decisión. ¿Cómo acompañas ese momento sin imponer, pero cuidando al animal?
Si el animal está estable y puede permitirse esperar, se busca el tratamiento que le mantenga estable sin sufrimiento. En estos casos, ofrezco el cuestionario y el diario de calidad de vida para que la familia pueda valorar la situación de forma más clara. Lo más importante es escuchar. Cuando escuchas con empatía a las familias, sus preocupaciones y la situación del animal, muchas veces, mientras te explican todo, ellos mismos se dan cuenta de la situación real, de si el animal puede esperar un poco más o si ha llegado el momento de decir adiós.
Si el animal está estable y puede permitirse esperar, se busca el tratamiento que le mantenga estable sin sufrimiento
Para terminar: después de acompañar tantos finales, ¿qué crees que necesita escuchar cualquier familia que está enfrentando esta etapa con su animal?
Desde mi punto de vista, lo más importante es buscar ayuda si se sienten abrumados por la toma de decisiones. Pueden contactar con su veterinario de confianza si tienen dudas, conocer lo mejor posible el pronóstico de su animal según su patología y saber qué pueden esperar en su evolución. Sobre todo, no deben transitar este camino en soledad. Es importante apoyarse en alguien con quien puedan expresar sus dudas, emociones y sentimientos. Y que tengan algo claro: al final, todos hacemos lo mejor que podemos según nuestra situación personal y las circunstancias que nos rodean.