La DGT alerta a los conductores sobre los pasos de peatones: mejor no estacionar muy cerca y nunca detenerse sobre el cebreado porque esto obliga a los viandantes a cruzarlo por fuera
Seguridad vial
Tráfico también recuerda que hay que reducir el ritmo de circulación y aproximarse a una velocidad moderada
Confirmado por la DGT: estas son las nuevas señales de tráfico que entran en vigor a partir de julio y deberás tener bien controladas

El peligro de los pasos de peatones
Cruzar por un paso de peatones debería ser una acción segura. Pero, según la Dirección General de Tráfico (DGT), se ha convertido en un punto crítico de la red vial. Entre 2014 y 2023, 1.047 personas fueron atropelladas mortalmente en estos lugares diseñados, irónicamente, para proteger al peatón. Y en el 87% de los casos, quienes cruzaban no cometían ninguna infracción.
Un riesgo en cada cebreado
El nuevo reglamento pone el foco en la visibilidad
La tragedia no está sólo en la cifra, sino en lo cotidiano. En lo que se repite. Conductores que no aminoran la marcha, que no anticipan la presencia del paso, que se detienen sobre el cebreado, o que aparcan justo al borde, reduciendo el ángulo de visión. Estas malas prácticas convierten los pasos de peatones en trampas silenciosas.
Para frenar esta cadena de atropellos, la DGT trabaja en la actualización del Reglamento General de Circulación. Uno de los cambios más destacados es prohibir la presencia de mobiliario urbano o el estacionamiento de vehículos en los seis metros anteriores a un paso de peatones si la acera está alineada con el límite exterior de la banda de aparcamiento. Si está adelantada, la restricción será de tres metros.

Tal como afirma Marta Martínez Cámara, jefa del Área de Vigilancia de la Subdirección Adjunta de Circulación de la DGT, en declaraciones a la Revista Tráfico y Seguridad Vial, el objetivo es “mejorar la seguridad de los peatones, y especialmente de los más vulnerables, como menores, personas mayores o con movilidad reducida, evitando que ningún obstáculo impida que los vehículos puedan detectarlos con suficiente anticipación para detenerse”.
Así se pretende evitar la típica escena en la que un coche aparcado tapa a un niño o a una persona mayor que se dispone a cruzar.
Esta mejora de la visibilidad no es nueva, pero pronto dejará de ser una simple recomendación para convertirse en obligación legal. Es, además, una medida extensible a salidas de garajes y giros sin visibilidad.
Un frenazo a tiempo
Una medida para priorizar a las personas en la ciudad

Los datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial son contundentes: un atropello a 50 km/h conlleva un 80% de probabilidad de muerte. A 30 km/h, ese riesgo se reduce al 10%. Por eso, desde mayo de 2021, muchas ciudades han implantado las llamadas “Ciudades 30”, limitando la velocidad en vías de un solo carril por sentido.
Los primeros tres años con esta norma han logrado reducir un 16% los fallecimientos de peatones en entornos urbanos. Aun así, reducir la velocidad no basta. Es necesario rediseñar los espacios para que el peatón recupere protagonismo. Los pasos de peatones son, todavía, un símbolo de subordinación. El peatón tiene que descender de la acera, esperar, adaptarse. La ciudad está diseñada para los coches, no para las personas.