Manuel Carrasco, 35 años, limpiador de coches: “En los autolavados, las cerdas de los rodillos a menudo están deterioradas; el acabado parece limpio, pero en realidad está perjudicando la carrocería”
Entrevista
El cuidado del vehículo va mucho más allá de la estética, ya que también es cuestión de seguridad y conservación, según explica este especialista de Palma
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Manuel Carrasco considera que mantener el coche limpio va más allá de una cuestión estética
Circular con el coche sucio puede salir caro. La DGT contempla sanciones de hasta 200 euros si la matrícula no se ve con claridad, y los agentes también pueden multar cuando la suciedad compromete la visibilidad del conductor. Así lo recoge el artículo 19.1 del Reglamento General de Circulación, que establece que “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre la vía por la que circule”, mientras que el artículo 76 de la Ley de Tráfico recuerda que es obligatorio “verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificultan su lectura e identificación”.
Ambos casos son extremos, pero la realidad es que en España no existe una verdadera cultura de lavado del coche. Así lo afirma Manuel Carrasco, 35 años, propietario de un centro de lavado en Palma de Mallorca, que comenzó con un pequeño establecimiento de barrio y hoy dirige uno de los servicios de limpieza más prestigiosos de la isla. Su reputación ha crecido tanto que incluso recibe encargos de clientes de la Península antes de desplazarse a las Baleares por vacaciones.

¿En España lavamos poco el coche?
La diferencia con otros países es muy grande. En lugares como Alemania, Estados Unidos, Suecia o Suiza la gente pone muchísimo cuidado en la limpieza del coche. Lo ven como parte del mantenimiento básico, igual que una revisión mecánica. Allí es normal pasar por el lavadero cada semana y preocuparse por que los cristales, los faros y la carrocería estén impecables. En España, en cambio, esa mentalidad casi no existe. Aquí tenemos más arraigada la cultura del bar o del fútbol, y solemos dejar el cuidado del coche en un segundo plano. Solo cuando llega la ITV o cuando el vehículo está ya muy sucio nos acordamos de llevarlo a limpiar.
Yo me pongo en el lugar de esas personas que no lavan el coche muy a menudo. ¿Realmente tendría que llevarlo una vez por semana?
No hace falta obsesionarse, pero sí conviene establecer una rutina. Lo ideal es un mantenimiento mensual. Groso modo, una limpieza exterior cada dos semanas y, al menos una vez al mes, una limpieza interior más a fondo. Eso evita que la suciedad se acumule y se convierta en un problema mayor.
En España no existe una verdadera cultura de lavado del coche; aquí tenemos más arraigada la cultura del bar o del fútbol”
Sobre todo, si hay niños o mascotas…
Eso es. Quien tiene niños o mascotas debería hacerlo incluso con más frecuencia, porque los restos de comida, pelos o líquidos terminan dañando tapicerías y generan olores muy difíciles de eliminar. También influye el entorno. En zonas de costa la sal es muy corrosiva y en los garajes la polución se queda dentro y produce una suciedad grasienta que estropea la pintura.
Me está diciendo, entonces, que un lavado regular no es solo cuestión de estética, sino también de protección del coche…
Y de su valor y de la seguridad de todos sus ocupantes. Un mantenimiento regular ayuda a conservar los materiales, evita el desgaste prematuro de plásticos y tapicerías, mantiene la carrocería en buen estado y asegura que faros y cristales funcionen correctamente.

Pues, ahora ya lo sé… En cuanto termine de hablar con usted me voy al túnel de lavado, que falta le hace al coche.
No se lo tome a la ligera. Un túnel rápido puede quitar la suciedad superficial, pero no sustituye un mantenimiento completo. Lo suyo es acudir de vez en cuando a un centro especializado donde puedan limpiar a fondo el interior, proteger la pintura y revisar detalles que pasan desapercibidos.
Claro, usted se dedica a eso…
Sí, y por eso vemos errores que pasan desapercibidos para muchos conductores. Por ejemplo, los autolavados con rodillos parecen prácticos y rápidos, pero a menudo las cerdas están muy deterioradas y no se sustituyen porque el repuesto es muy caro. Eso puede rayar la pintura y dañar la laca del coche. El acabado parece limpio a simple vista pero, en realidad, está perjudicando la carrocería.
Los autolavados con rodillos parecen prácticos y rápidos, pero las cerdas deterioradas pueden rayar la pintura y dañar la laca del coche”
¿Y qué otros problemas ve con esos autolavados?
Los productos no siempre se disuelven correctamente, y si el coche queda húmedo y le da el sol, aparecen manchas y se pierde el brillo. Por eso siempre evaluamos el coche al llegar, pedimos que venga vacío y usamos productos específicos para cada zona: desengrasantes, abrillantadores y encerados. Así conseguimos un acabado que protege el vehículo y dura mucho más que un lavado rápido.
Hablemos de cifras. ¿Cuánto cuesta un servicio de limpieza completo?
Depende del tipo de servicio. Un lavado integral empieza a partir de 85 euros, un pulido puede rondar los 550 euros, y los tratamientos cerámicos llegan a 1.200-1.500 euros. También tenemos suscripciones mensuales, que parten de los 25,90 euros para un mantenimiento básico; 45,90 euros, más detallado; y 85,90 para el plan familiar.

Y, ¿se puede ganar mucho dinero con esto?
Sí, en un día bueno, con tres o cuatro servicios premium podemos facturar entre 1.200 euros y 1.500 euros. No es sencillo, pero la clave está en la especialización y en ofrecer tratamientos que la gente no pueda hacer en casa.
¿Ha visto coches realmente complicados de limpiar?
Alguno sí, jeje... aunque la verdad es que ofrecemos servicios que están enfocados a gente de clase media-alta y en general cuidan bastante bien sus coches. Esto no quiere decir que no nos encontremos con casos complicados. Hace unas semanas limpié el coche de una clienta durante unas seis horas porque estaba lleno de pelos de su mascota, pero nada comparado con otros casos más desagradables…
Hace años recibimos un Golf infestado de cucarachas, y otra vez un cliente nos trajo un coche con un perro que literalmente había explotado en el maletero”
Cuente, cuente…
Hace años recibimos un Golf infestado de cucarachas, y en otra ocasión un cliente nos trajo un coche con un perro que literalmente había explotado en el maletero. Son situaciones extremas, pero también nos encontramos con casos así.
Además de estas anécdotas, ¿cómo ha evolucionado su negocio?
Empecé hace 11 años como una afición, limpiando el coche de mis padres. Poco a poco abrí un primer local pequeño, luego otro de 200 m2 y hace tres años un centro en la calle principal de Palma. Con mi mujer creamos nuestra propia marca, especializada en detailing y tratamientos cerámicos. Son servicios más completos que un lavado rápido, requieren tiempo, productos específicos y técnicas que protegen la pintura y el interior. Lo importante es que el cliente entienda que cuidar el coche no es solo una cuestión estética.

