Dario Amodei, CEO de Anthropic: “Mi padre murió poco antes de que se desarrollase una cura para su enfermedad, entiendo mejor que nadie lo urgente que son los beneficios de la IA, por eso me enfada que me digan que soy pesimista”

Tecnología y ética

Dario Amodei es el CEO de Anthropic

Dario Amodei es el CEO de Anthropic

Dario Amodei

Dario Amodei, CEO de Anthropic y una de las figuras más influyentes en la inteligencia artificial actual, no se anda con rodeos cuando se trata de hablar de los riesgos y beneficios de esta tecnología. Su postura, a menudo calificada de catastrofista, es en realidad el resultado de una vivencia personal devastadora: la muerte de su padre en 2006 por una enfermedad que, pocos años más tarde, pasó a ser tratable en el 95% de los casos.

Bajo su liderazgo, Anthropic (valorada ya en más de 60.000 millones de dólares) ha multiplicado sus ingresos hasta alcanzar los 4.500 millones anuales, con su modelo Claude desplegándose en sectores como la salud, las finanzas o la programación. Pero para él, la cuestión no es solo “cuánto” se avanza, sino cómo.

Un objetivo que nace de la pérdida

En una extensa conversación con el periodista Alex Kantrowitz para Big Technology Podcast, Amodei reconocía que aquella experiencia cambió su trayectoria vital y profesional. “Me enfada mucho cuando alguien dice que quiero frenar la IA. Mi padre murió por curas que llegaron tarde. Entiendo mejor que nadie lo urgente que es esto”, explicaba. Ese dolor se convirtió en motor. Primero lo llevó a dejar la física teórica para volcarse en la biología, y más tarde, tras comprobar los límites humanos frente a la complejidad de ciertas enfermedades, decidió que sólo una tecnología a escala superior como la IA podría ofrecer soluciones reales a los grandes desafíos científicos.

Frente a quienes lo acusan de querer frenar el progreso, responde con firmeza: “Lo que quiero es evitar que corramos hacia un abismo sin darnos cuenta. No se trata de acelerar sin pensar, sino de hacerlo bien”. En este sentido, ha sido uno de los promotores de la idea de una carrera hacia la cima, en contraposición al “vale todo” del mercado. Bajo esta filosofía, Anthropic fue la primera empresa en publicar una política de escalado responsable y ha liberado sus investigaciones sobre interpretabilidad para que otros laboratorios las adopten. Advierte sobre el peligro de subestimar la velocidad de los cambios tecnológicos. “Cuando algo escala de forma exponencial, parece que no está pasando nada… hasta que ya es demasiado tarde”, reflexiona.

Esta visión no ha estado exenta de tensiones. Su salida de OpenAI, donde lideró el desarrollo de GPT-3, se debió en buena parte a sus discrepancias con la dirección sobre la transparencia, la seguridad y el propósito final de los modelos. “Si trabajas para alguien que no es sincero en sus motivaciones, no estás ayudando al mundo, estás contribuyendo a algo malo”, sentenciaba en la misma entrevista.

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Según Consultor365, la división entre Amodei y OpenAI no fue simplemente técnica, sino también filosófica: para él, el poder de la IA debe gestionarse con visión de futuro y responsabilidad social, y no sólo con ambición empresarial. No es casualidad que muchos de los investigadores que lo acompañaron en Anthropic compartieran esa preocupación por el impacto ético y humano de la tecnología.

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