Fades: “Hay veces que el algoritmo nos muestra en espacios donde no encajamos, como en hombres mayores de 60 años que repiten 'que vuelva la mili'; están obsesionados con esa experiencia”

Redes sociales

Àngel, Ferran y Vicenç, de Fades.

Àngel, Ferran y Vicenç, de Fades.

Cedida

Fades son Àngel, Ferran y Vicenç, tres jóvenes que se conocieron en Mallorca estudiando Filología Catalana y decidieron que los valores y las luchas de un grupo de amigas se convirtieran también en el motor de su proyecto pop.

El grupo nació hace poco más de dos años y, en ese breve tiempo, se ha convertido en un referente musical y queer a nivel nacional, con más de 50 conciertos solo en este año. Su ascenso se explica tanto por una estrategia consciente en TikTok como por una sinergia entre algoritmos, un sólido discurso disidente y la urgencia de crear comunidad desde el territorio.

Lee también

“No esperes que alguien te abra la puerta si tus brazos funcionan”: Whitney Wolfe Herd, la abeja reina en la sombra que huyó de Tinder para crear Bumble con 26 años y convertirse en billonaria

Álvaro Arbonés
Whitney Wolfe Herd, CEO de Bumble.

El proyecto de pop ecléctico ha sabido moverse en un ecosistema digital que, al mismo tiempo que amplifica voces, también puede silenciarlas o convertirlas en blanco fácil para los discursos de odio. El grupo reflexiona sobre cómo la tecnología ha sido clave en su visibilidad, su creatividad y también en los límites que impone.

Fades ha crecido en un boom muy rápido, en poco más de dos años, empezar el grupo y ya estar girando por todas partes. ¿Cómo habéis vivido este ascenso?

Ferran: Bueno, bien. Al final, creo que nosotros desde el principio ya proyectábamos que fuera un proyecto que funcionara. Nos ha venido muy de repente y realmente hemos pasado de tener un estilo de vida de estudiantes a tener que planificar una gira y gestionar con estilistas y escenógrafos cómo organizar un buen directo. Pero sí que es cierto que las tres ya veníamos predispuestas con esta idea de hacerlo, estábamos preparadas.

Las redes sociales han tenido un papel importante en este ascenso

Vicenç: Fades creció por las redes sociales, en concreto con TikTok, porque teníamos una audiencia muy generación Z, que necesita inmediatez, y ¿qué hay más inmediato y consumible que TikTok? Incluso nos salieron bolos gracias a TikTok. Nuestras primeras canciones se hicieron virales porque, por ejemplo, Mushka nos hizo un repost de TikTok, que parece algo completamente banal, pero nos hizo despegar del todo y despuntar porque hay un público muy grande que lo ve.

En Catalunya habéis crecido mucho y lo que se hace conocido suele llegar a todas las edades. Aunque vosotros tengáis un público muy específico, vuestra música llega a mucha más gente. ¿Cómo lo habéis vivido?

Vicenç: Creemos que nuestro público es bastante intergeneracional. Nuestro proyecto conecta el colectivo queer con el catalanismo, y eso ha hecho que muchas personas de otras generaciones, mayores y jóvenes, se sientan identificadas. Mucha gente mayor nos ha dicho que les hubiera gustado tener referentes como nosotros cuando eran jóvenes. Tradicionalmente, ser disidente se vivía en un marco españolizado, donde parecía que solo se podía expresar en castellano. Nosotros defendemos que no es lo mismo ser queer en Madrid que en los Països Catalans… hay un trasfondo cultural importante.

Como somos disidentes, vulnerables y visibles, es muy fácil convertirnos en un blanco en redes sociales

Ferrancomponente de Fades

Ferran: También queremos recuperar la memoria del movimiento LGBT catalán, pionero en Europa, y crear discurso queer desde aquí, conectándolo con el catalanismo. Algunos fans mayores nos cuentan que antes tenían que proyectarse en referentes como Madonna o Mónica Naranjo, y ahora, con nosotros, pueden explorar su identidad de género en clave propia.

Àngel: El proyecto nació en Mallorca, y eso también forma parte de nuestro discurso con la idea de descentralizar y demostrar que se pueden crear referentes culturales desde nuestro territorio, usando el dialecto propio. Nos hace ilusión ver cómo un grupo mallorquín puede hacer canciones con el habla balear y que conecten ampliamente. Eso refleja un cambio de paradigma identitario.

Fades se convierte en referente, pero inevitablemente genera críticas y haters, especialmente en redes. ¿Cómo lo lleváis?

Ferran: Picar, siempre pica un poco, pero hemos aprendido a llevarlo, sobre todo gracias a ser tres y darnos apoyo mutuo. Muchas veces el odio que recibimos nos da más pena que rabia, porque viene de la ignorancia o de un odio interior que algunas personas vuelcan sobre nosotros. Como somos disidentes, vulnerables y visibles, es muy fácil convertirnos en un blanco.

Àngel, Ferran y Vicenç, de Fades.

Àngel, Ferran y Vicenç, de Fades.

Cedida

Y rompéis con lo establecido…

Ferran: Sí, Fades cuestiona todos los esquemas conservadores, como la catalanofobia, la homofobia, el machismo… incluso recibimos odio de disidencias que ni nos tocan, a veces con comentarios islamófobos, por ejemplo. Es una especie de persecución que agrupa todos los discursos de odio contra cualquier disidencia. Y se materializa, por ejemplo, cuando a Svetlana les tiraron cubitos de hielo en un concierto.

Àngel: Sí, de hecho, a nosotras en Manlleu, que compartíamos escenario con ellas, nos amenazaron con hacer lo mismo. Es algo que te van avisando y a mí me sorprendió que se haya hecho realidad. Podemos decir abiertamente que es una persecución y que no estamos amparadas por la norma, somos un objetivo fácil. También nos ha pasado decir “Països Catalans” en un escenario y que la gente nos pite, y dices... ¿pero sabes dónde estás?

Lee también

Era guía turístico, suspendió dos veces la selectividad y le rechazaron diez veces en Harvard, pero nunca se rindió: así es Jack Ma, el hombre más rico de China

Álvaro Arbonés
Jack Ma, creador de Alibaba.

El activismo es clave en vuestro discurso. ¿Habéis notado si en redes el algoritmo amplifica o silencia vuestro mensaje?

Ferran: Somos muy activas en redes sociales, aprovechamos entrevistas para crear clips y mover contenido de forma constante. Sin embargo, hay veces que el algoritmo nos muestra en espacios donde no encajamos. Un ejemplo típico son los comentarios como “que vuelva la mili”, provenientes de hombres mayores de 60 años obsesionados con esa experiencia. También hemos notado que plataformas como X han cambiado, y ahora el algoritmo favorece contenidos neofascistas. Incluso si buscas recetas de cocina, después de unos pocos vídeos empiezan a aparecer contenidos de “tradwives” (mujeres con ideales tradicionales). Esto es muy peligroso, porque el algoritmo asocia ciertos gustos con posibles candidatos que defienden el conservadurismo.

También os utilizan para lo contrario. Hace unas semanas se viralizó un vídeo de una chica argentina que decía que en Barcelona se sentía mejor donde no hubiera catalanes, e hicieron un edit con vuestra canción ‘Mon cheri go home’, que critica el turismo, para burlarse. ¿Cómo se siente cuando vuestras canciones se usan como meme y crítica?

Vicenç: Estamos supercontentas. Si Fades no tuviera un discurso político, no existiría. Y si ese discurso no se usara, tampoco tendría mucho sentido el proyecto. Lo que hacemos es precisamente eso: generar un discurso para ser reivindicado, para ser usado. Nos hace mucha ilusión ver que esto pasa. Por ejemplo, en la manifestación antiturística de Mallorca vimos pancartas con frases como “Mon Cheri go home”, que vienen directamente de nosotras, y eso nos llena muchísimo. No es solo una canción hecha en un estudio: son ideas que están traspasando a los imaginarios colectivos y que la gente hace suyas. Eso nos parece precioso.

Al principio teníamos tres grupos de WhatsApp, pero ahora hay como seis o más

Àngelcomponente de Fads

Ahora todas vivís en el área metropolitana de Barcelona, pero durante tiempo habéis vivido separadas entre Mallorca y la capital. Sé que teníais hasta tres grupos de WhatsApp diferentes, ¿cómo se gestiona un grupo desde la distancia?

Àngel: Sí, al principio teníamos tres grupos, pero ahora hay como seis o más. Por ejemplo, tenemos un grupo principal para hablar y avisar, otro para recordatorios de entrevistas o conciertos, y otro para ideas y canciones donde compartimos melodías y letras.

Ferran: Yo el de avisos lo tengo silenciado, por eso he llegado un poco tarde… (risas)

Vicenç: ¡Desmútalo, guapa!

Àngel: Antes éramos tres y era relativamente sencillo porque lo gestionábamos nosotras mismas. Pero luego se ha ido sumando más gente y equipos: técnicos de sonido y luces, el grupo con el management, el grupo de promoción, el grupo de producción, el grupo de videoclips, amigos.

Ferran: Todo mi WhatsApp ahora mismo se llama “lo que sea + FADES”.

Àngel: Para que te imagines, tengo más de 50 grupos de WhatsApp en común.

Ferran: Al principio, gestionábamos todo nosotras, incluso vuelos, riders y logística, pero ahora tenemos un equipo que lo hace por nosotras, lo que nos da mucha tranquilidad. Creo que los artistas, cuando empiezan, están condenados a estar entregados, pero cuando ya tienes un poco de reconocimiento, es importante tener un equipo que te deje disfrutar el proyecto y estar tranquila.

Àngel, Ferran y Vicenç, de Fades.

Àngel, Ferran y Vicenç, de Fades.

Cedida

¿Y podéis desde la distancia, por WhatsApp, centraros en el proceso creativo?

Vicenç: El primer y segundo disco, como no estábamos lejos, salían más cosas presencialmente. Pero el próximo disco que haremos y hemos intentado con este último acceder a un estudio, que antes no podíamos, y hemos visto que es muy productivo estar las tres juntas porque son tres imaginarios que se aportan entre ellos. Sin embargo,muchas canciones han salido a distancia. No creemos que una cosa sea mejor que la otra, pero es muy guay hacerlo juntas y presencialmente.

También han cambiado vuestros recursos para poder grabar…

Vicenç: Sí, antes no nos escuchábamos cantar, teníamos que repetir toda la melodía una y otra vez. Ferran decidía si estaba bien o no. Era bastante precario todo eso, también hacer melodías y composiciones a distancia… Una conversación que podría durar diez minutos se alargaba horas. Hacerlo en persona da mucha más libertad.

Lee también

Tinet Rubira, productor de 'Operación Triunfo': “Tengo a 6.000 personas bloqueadas que no me aportan nada o son maleducadas; si en mi vida real no interactuaría con ellas, no tengo por qué aguantarlas en la red”

Cristina Gaggioli
Tinet Rubira, director de Gestmusic.

¿Pensáis mucho en el orden de contenidos para TikTok?

Ferran: Ya no tanto. Al principio sí que lo pasábamos mal porque era nuestra única herramienta. No teníamos otro medio de difusión, era TikTok. Hemos notado que incluso nosotras mismas consumimos TikTok de una manera diferente a cuando empezamos. Los tres ya estamos un poco cansados de mirar tanto la pantalla. Creo que nadie aguanta más de 30 segundos un vídeo y las stories se consumen de otra forma. Queremos ser genuinos, y si nosotras no consumimos las redes así, tampoco las queremos usar así. Por eso ahora estamos mucho menos presentes en TikTok, aunque seguimos ahí. Antes hacíamos 4 o 5 vídeos por semana, ahora hacemos uno cada 10 días.

Tenéis mucha disciplina para publicar, mientras hay grupos que aunque lo intenten no les sale natural.

Àngel: Sí, total. Aunque antes teníamos más tiempo para grabar y pensar el contenido, ahora no porque estamos muy ocupadas con listas, entrevistas, promociones, responder WhatsApps y gestionar la promoción en varios sitios. Ya no tenemos espacio mental para pensar en cómo promocionar. Estamos en un momento de pausa, la gente se cansa y yo misma paso menos tiempo en el móvil. Por eso quizás habría que mover un poco el eje y no promocionar todo por TikTok, confiando en que el público se irá acercando a las cosas por sí mismo.

Nosotras jugamos a romper géneros, también musicales, y creo que hay que estar abiertos a coger cualquier cosa y pasarla por nuestro filtro

Ferrancomponente de Fades

Vuestro proyecto va más allá de la música, con una parte muy visual y estética. Al principio era más estilo y2k, que se llevaba hace tres años. ¿Hacia dónde va ahora? ¿Qué queréis hacer a nivel estético?

Vicenç: Creo que a nivel estético cada una quiere encontrarse a sí misma. Siempre nos ha gustado jugar con los estereotipos de feminidad y masculinidad. Creo que cada uno encontrará una estética con la que se sienta cómodo, dentro de un espectro queer y no binario, jugando y expresándolo bien, de verdad. Podría decir que es muy cabaretesco y todo eso. 

Con relación al disco, en METALLIX: Afterparty se nota una evolución clara respecto a vuestros inicios. ¿Creéis que hay algún género que diríais “esto no lo haríamos nunca”? ¿O no tenéis miedo a seguir descubriendo lo que queréis hacer?

Ferran: Tenemos el poder de convertir cualquier cosa en “fada” (hada). Le ponemos una especie de filtro, una visión. Nosotras jugamos a romper géneros, también musicales, y creo que hay que estar abiertos a coger cualquier cosa y pasarla por la perspectiva queer y de catalanidad.

Lee también

Rafuel, chef e influencer gastronómico, 69 años: “Si a tu hijo de 12 años no le quitas el móvil de la mesa, habrás caído en lo mismo que cayeron nuestros padres, cuando durante 40 años la familia se reunía a cenar callada por la tele”

Cristina Gaggioli
El cocinero de 67 años que lo está rompiendo en las redes sociales.

Vuestra música cuenta con un elemento técnico que es el autotune que destaca por encima de todo. ¿Cómo describiríais vuestro sonido?

Vicenç: Es muy personal, compacto y compartido entre nosotras tres. Y, aunque es difícil de definir, tal vez eso es lo que lo hace único. Ecléctica, disonante pero suena bien.

Ferran: No sabría cómo explicarlo, simplemente pasa, sucede y es como mágico.

Àngel: Es la combinación de los tres: Àngel, Vicenç y yo. Futurista, caótica y complaciente. Es muy propio y de nicho, con códigos propios que por casualidad han funcionado. Es Àngel, Vicenç i Ferran, tres mundos que se fusionan. Suena a FADES. Y eso ya es un género en sí mismo.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...