David Zaslav, el CEO millonario que ha llevado a Warner a la ruina: “No le debemos favores a nadie; esto no es un club de amigos, es el mundo del espectáculo”
Alumno de uno de los mayores tiburones de los negocios de final de siglo, Zaslav ha sabido navegar de forma envidiable el mundo de la televisión por cable y no piensa dejarlo ir fácilmente
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David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery.
Warner Bros. Discovery está buscando comprador. La compañía ya ha confirmado que ofrecerá todos los detalles sobre su futuro antes de Navidad, así que no tardaremos en conocer el destino de una de las grandes multinacionales del entretenimiento surgida de la fusión entre WarnerMedia y Discovery.
Pero, mientras llega ese anuncio, merece la pena revisar cómo hemos llegado hasta este punto. Y para entenderlo, hay que hablar del hombre que ha hecho posible este escenario: el CEO de la compañía. Un ejecutivo con nombre propio. David Zaslav.
A diferencia de muchos CEOs del sector, David Zaslav no nació con una “cuchara de plata”. Procede de una familia judía de origen polaco-ucraniano y vino al mundo el 15 de enero de 1960 en Brooklyn, Nueva York. Cuando tenía ocho años, su familia se trasladó a Ramapo, una pequeña ciudad al sur del estado, donde completó sus estudios de secundaria.
Permaneció en Nueva York para cursar su formación superior en la universidad pública de Binghamton, donde obtuvo la licenciatura en Ciencias. Más tarde se especializó en Derecho en la Boston University School of Law, donde se graduó con honores y obtuvo su Juris Doctor en 1985. A partir de aquí, comenzó una carrera meteórica.
David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery.
La importancia de Jack Welch en su vida
Una carrera con un gran mentor
Zaslav inició su carrera como abogado en la firma neoyorquina LeBoeuf, Lamb, Greene & MacRae. Fundada en 1929 y con unos 650 abogados repartidos en 19 oficinas, llegó a ser una de las mayores firmas de Estados Unidos especializadas en energía, seguros y servicios públicos, hasta su disolución en 2007. Allí trabajó menos de un año: pronto descubrió que su pasión no estaba en la abogacía, sino en el negocio del cable y en la idea de construir un imperio mediático.
En 1986 dejó su puesto como asociado junior y se incorporó al departamento legal de NBC, donde comenzó a trabajar bajo la tutela del hombre fuerte de General Electric, Jack Welch. Ese paso —y esa figura— marcarían decisivamente su trayectoria.
Para entender a Zaslav, conviene entender primero a Welch. Y para entender a Welch, hay que comprender el peso histórico de General Electric: un conglomerado multinacional fundado en 1892 que, a lo largo de su historia, ha abarcado finanzas, seguros, sanidad, energía, transporte, locomoción e incluso una división de material aeroespacial.
Cuando GE adquirió RCA en 1986 —propietaria a su vez de NBC—, la cadena pasó a formar parte del conglomerado hasta 2013, aunque su venta a Comcast se cerró en 2011. Durante esos años, NBC fue un laboratorio corporativo donde se forjó el estilo directivo que Zaslav acabaría adoptando.
Jack Welch, además de ser CEO y presidente de GE entre 1981 y 2001, fue conocido por su estilo directivo implacable: un empresario que no toleraba críticas, profundamente convencido del capitalismo más duro, defensor de una cultura corporativa basada en la agresividad, la competitividad extrema y una visión profundamente masculinizada del liderazgo. Para él, mostrarse vulnerable era un signo de debilidad, y hablar más de la cuenta, un error estratégico.
Tras años trabajando con Welch y para él… empiezas a pensar como él
Esa cultura caló en Zaslav desde el primer momento. Él mismo ha reconocido que su estilo profesional se forjó a la sombra de Welch. “Tras años trabajando con Welch y para él… empiezas a pensar como él”, ha llegado a decir. No es casual que se convirtiera en uno de sus protegidos, junto a Bob Wright, mano derecha de Welch en NBC.
Zaslav llegó en el momento perfecto: se incorporó a NBC en 1987, justo cuando GE acababa de absorber la cadena y cuando tanto Welch como Wright seguían supervisando personalmente cómo debía evolucionar aquel nuevo negocio. Ese contexto impulsó su ascenso. Supo moverse en el ecosistema que ambos habían creado y escaló posiciones con rapidez.
David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery.
De la NBC a Discovery Channel
Cómo se convirtió en la persona más importante de la televisión por cable
Para 1989, apenas dos años después de su llegada a NBC, Zaslav ya ocupaba una posición envidiable. Como presidente de Televisión Doméstica y Cable, además de responsable de Distribución de Nuevos Medios, tenía un poder considerable sobre prácticamente todo lo que ocurría en la cadena. Y su obsesión estaba clara: expandir NBC para ocupar todos los formatos posibles.
Bajo su supervisión nacieron MSNBC, el canal de noticias por cable; SyFy —entonces SCI FI—, especializado en contenidos de género; y CNBC, enfocada en información financiera. Su visión era sencilla pero ambiciosa: cualquier interés, por pequeño o específico que fuera, podía encontrar su espacio en la televisión por cable.
Si puedes adueñarte de un nicho, tienes una buena oportunidad de tener éxito
“Si puedes adueñarte de un nicho, tienes una buena oportunidad de tener éxito”, le gusta repetir. Esa idea resume su filosofía de contenidos: multiplicar canales temáticos hasta convertir a NBC en un ecosistema capaz de abarcar todos los públicos.
Durante los siguientes veinte años impulsó una rápida diversificación de la programación y promovió la creación de todo tipo de canales especializados asociados, de una forma u otra, al conglomerado de NBC.
Pero ese modelo, dominante en la televisión por cable estadounidense durante décadas, empezó a flaquear con la llegada de Internet a principios de los 2000. Aunque la televisión no desapareció, su potencial de crecimiento dejó de ser el mismo. Zaslav pareció entenderlo antes que muchos: decidió abandonar NBC y buscar nuevos horizontes.
En justicia, su nuevo rumbo no lo alejó del todo de la televisión por cable, pero sí lo llevó a una empresa mucho más compleja. El 16 de noviembre de 2006, Zaslav se convirtió en CEO de Discovery Communications, sucediendo a Judith McHale, con un objetivo sorprendentemente visionario para la época: transformar Discovery en una compañía de contenidos, no en una compañía de cable. Un enfoque muy propio de 2025, pero casi alienígena en 2006.
Su estrategia implicaba convertir cada canal de la multinacional en una marca multiplataforma, con un fuerte impulso hacia lo digital y el abandono de la idea de que un canal debía vivir atado a una única ventana de distribución. El movimiento funcionó. Marcas como Discovery Channel, Science Channel, Travel Channel o Eurosport crecieron como plataformas y fortalecieron su presencia online, mientras Zaslav impulsaba nuevos proyectos concebidos ya desde el inicio para un ecosistema híbrido.
Oprah Winfrey.
De ese impulso nacieron OWN: The Oprah Winfrey Network —en colaboración con Harpo Productions—; Velocity, un canal orientado al público masculino; y Planet Green, rebautizado después como Destination America, dedicado a exaltar la cultura estadounidense.
Su estrategia de fondo no había variado: crear canales temáticos dirigidos a nichos concretos. La diferencia es que, esta vez, lo hacía pensando en cubrir huecos tanto del cable como de los servicios digitales, ofreciendo contenidos que esos mercados aún no sabían que necesitaban.
¿Le salió bien la jugada? Desde luego. Discovery salió a bolsa en 2008, entró en la lista Fortune 500 en 2014 y en 2018 adquirió Scripps Networks Interactive por más de 14.000 millones de dólares, incorporando a su catálogo Food Network, HGTV y DIY Network. Tres canales centrados en el hogar, la cocina y la mejora doméstica cuyos programas y spin-offs continúan funcionando extraordinariamente bien en numerosos países.
Todos los problemas a los que se ha enfrentado últimamente
Warner Bros. Discovery y el desastre que ha hecho él solo
El mayor movimiento de Zaslav al frente de Warner Bros. Discovery fue el lanzamiento de Max, la plataforma de streaming que debía unificar los catálogos de HBO Max y Discovery+. El problema fue la ejecución: el rebranding se gestionó de forma caótica, generando confusión entre los usuarios y diluyendo el enorme valor de marca que tenía HBO.
El resultado fue tan negativo que, aunque la fusión y el cambio de nombre se hicieron efectivos el 23 de marzo de 2023, la compañía acabó dando marcha atrás. El 9 de julio de 2025 recuperó la denominación original: HBO Max.
Tom Cruise junto a David Zaslav.
Más delicada ha sido su gestión del área cinematográfica de Warner Bros. En los últimos años, Zaslav ha cancelado el estreno de múltiples películas ya finalizadas con el fin de obtener ventajas fiscales. Paralelamente, ha impulsado la eliminación de títulos históricos del catálogo de streaming, desde clásicos del estudio hasta producciones recientes, dejándolas prácticamente inaccesibles por vías legales.
A esta imagen dañada se sumaron sus declaraciones durante las huelgas de guionistas y actores: comentarios severos en contra de los paros incluso cuando la industria buscaba caminos de entendimiento.
Entre ellas, se encuentra una declaración dura contra Clint Eastwood, después de haberse enfadado por la luz verde que recibió Cry Macho, película del director que recaudó 15,3 millones de un presupuesto de más de 30: “No le debemos favores a nadie. Esto no es un club de amigos, es el mundo del espectáculo”.
No va a salir dañado de la venta de Warner Bros
Un futuro en el que sólo un hombre gana
Ahora Warner Bros. Discovery está en venta. O, mejor dicho, parte de ella. Esta posibilidad no surge de la nada: se discute desde al menos 2024, cuando Zaslav y su equipo empezaron a estudiar la división del conglomerado para aislar las cadenas lineales, que llevaban años generando pérdidas. La idea resurgió en 2025 y, según declaró el propio Zaslav el pasado 10 de septiembre, el proceso de separación estará completado en abril de 2026.
Aquí está el matiz clave: Warner Bros. Discovery no se vende como un todo. Lo que buscan es desprenderse de las partes deficitarias, empaquetándolas junto a activos más atractivos que puedan facilitar la operación. Es un movimiento quirúrgico orientado a sanear el negocio y, a la vez, preservar lo que consideran el núcleo valioso del grupo.
El plan es volver a estructurar el conglomerado en dos entidades: Warner Bros. y Discovery Global. Warner Bros. agruparía el grueso del contenido premium: televisión y cine del estudio, los videojuegos, DC Studios, DC Entertainment, Cartoon Network Studios, HBO, HBO Max y TCM.
Discovery Global, por su parte, concentraría las marcas de televisión lineal, Discovery+ y su librería asociada. Sería esta segunda entidad —la que hereda los activos menos rentables— la que asumiría la mayor parte de la deuda actual del grupo.
La división está programada para abril de 2026: dos compañías bajo un mismo paraguas, con posibles compradores distintos para cada una o, incluso, para ambas. Cómo se resolverá el proceso no lo sabremos hasta Navidad, pero el tablero que ha dejado Zaslav resulta evidente: un juego de trileros en el que él parece tener siempre las cartas marcadas.
Ya sea para consolidar su control sobre los activos que realmente desea o para asegurarse una jubilación de oro, el movimiento encaja a la perfección con la escuela de Jack Welch. Y, a la vista de los hechos, Zaslav la ha aprendido bien.